¿Qué me vas a dar?
Esa pregunta se la repiten con frecuencia los presuntos electores a quienes -sudan la camiseta- literal, en la búsqueda de un cargo de elección popular, otros, con más atrevimiento ni siquiera interrogan, sus peticiones son imperativas, en esta campaña, en una especie de realismo fantástico interactúan ambas figuras, uno saliéndose del mundo real y el otro creyendo que lo está y en sentido inverso, cada quien es presa de los mismos sentimientos e intenciones.
Desde luego que en esa dicotomía uno actúa en función de su futuro político y el otro en resolver su problema en el momento, lo que supone un frágil equilibrio que cualquiera podría romper o sacar ventaja de ello,
El ciudadano ha dejado de pensar, aunque suene drástico, en la colectividad, en el bien común, lo que más conviene para la comunidad, es cierto que comparten problemas cotidianos como el desabasto de agua, por ejemplo, pero si ese día les regalan un garrafón de agua consideran resuelto su problema de manera momentánea sin reparar en el mañana, el momento es en tiempo presente, aquí y ahora.
Esa costumbre en gran parte instruida a lo largo de la historia reciente por los mismos políticos ha generado estas condiciones.
Todos los políticos, sin excepción, enfrentan una crisis de credibilidad producto de muchos años de promesas incumplidas y de soluciones que nunca llegaron, en el año 2000 millones de mexicanos comprobaron que, un conjunto de promesas, de optimismo exacerbado provenientes de un político solo son parte de una campaña política de propaganda que alienta una esperanza colectiva y al final la realidad despeja cualquier duda y la posibilidad de cambiar eso es la esencia de la democracia.
Conforme concluyen las campañas electorales, aumenta el nivel de incertidumbre entre determinadas candidaturas, aunque algunas parecen estar claramente definidos el factor desencadenante podría ser lo expresado líneas arriba, la resolución momentánea de una “necesidad” cualquiera que esta sea.
Roba más…pero hace
El ciudadano parece asumir, sin tapujos e incluso lo dice ante los políticos que algunos están robando poquito, pero ayudan y otros que han robado, pero ayudaron en su momento, contra esa impronta en el inconsciente colectivo poco puede hacerse, cuando escuché la primera vez y después muchas veces tales expresiones, de la boca de ciudadanos quedó clara la idea social de que ninguno de los políticos es considerado “totalmente puro” pese a los intentos orales de algunos por repetir que sí lo son. Quien se lo crea, se engaña a sí mismo.
Contra ese fenómeno se desarrollará el proceso electoral y en la medida que cada quien vele por su propio interés antes que el de toda la comunidad, en problemáticas comunes, menos será el avance de la sociedad en su conjunto y eso en el futuro nos pasará factura.
CONTORNO
Granier amenazas; pruebas gobierno
La difusión de un video por parte de los dirigentes estatales del PRI, Dagoberto Lara y Pedro Gabriel Hidalgo de un operativo realizado por elementos policiacos estatales y de la policía ministerial donde se observa claramente un impresionante número de personal para catear un pequeño negocio propiedad presuntamente de un miembro del equipo del candidato de la Coalición PRI-PAN a la alcaldía de Centro, Andrés Rafael Granier Melo sin ninguna duda despierta cualquier tipo de suspicacias.
La petición de la Secretaría de Gobierno de exigir pruebas, de las presunciones de los partidos opositores en el sentido de buscar la desestabilización del proceso electoral de Centro y en otras partes del estado, es por decir lo menos, burdo, cualquiera que haya sido la intención era fácil resolverlo, sin reparar en las consecuencias de los responsables, es decir, caiga quien caiga.
Si la policía, podría ser garante de seguridad el día de la jornada electoral, después de observar a elementos de esa gran corporación en apariencia robándose lo que encontraban a su paso, los ha dejado completamente vulnerables.
javiermarinhdez@hotmail.com
