Nadie que tenga de por medio una relación familiar o un presunto conflicto de interés puede minimizar un incidente serio y considerarlo como un asunto general y menos aún sin concederle la importancia debida y que realmente tiene.
La voz enérgica, firme de la autoridad invoca: justicia, legalidad, sin importar quién sea el responsable.
El propio presidente de la República, durante su toma de protesta como Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, colocó esa decisión por encima incluso de sus hijos, los mayores de edad y hasta de su propia esposa:
“dejo en claro que si mis seres queridos, mi esposa o mis hijos cometen algún delito, deberán ser juzgados como cualquier otro ciudadano”.
En ese mismo contexto hizo una sola deferencia:
“Yo sólo respondo por mi hijo Jesús, por ser menor de edad”.
Quizá por ello no se preocupa –ni ataja- las polémicas fotografías que circulan en redes sociales o la participación en ciertos eventos de importancia y relevancia nacional de quienes son mayores de edad y por tanto responsables de sus propios actos.
En el caso de Tabasco ¿Quiénes son esos que creen que aquí tendría que ser diferente?
El gobernador Adán Augusto López Hernández ha sido demasiado enfático al denunciar y reiterar lo que ha encontrado en la recepción de las áreas de la administración estatal por parte del gobierno que le antecedió, lo mismo en salud, que en educación o en finanzas y hasta en la plantilla laboral del Gobierno de Tabasco, incluso extendió su acusación a periodistas, comunicadores, aparentemente coludidos en negocios de salud.
Y eso no está mal.
Bienvenidas las denuncias y por no callar lo que aparentemente se ocultó en el pasado reciente.
Aquí se citó el pasado lunes que López Hernández es un hombre preparado, pero eso no significa que lo sabe todo y menos que sea experto en algunos de los temas que atañen a su administración.
Es probable que en su escritorio, en el Smartphone, su computadora y hasta en papeles cuente con la información detallada de las áreas de su gobierno (o comienza a fluir con más precisión) y de los proyectos que empiezan a ejecutarse y al mismo tiempo se acopia de información –probablemente desconocida- relacionada con los funcionarios que forman parte de su administración central, en otras palabras: de su gabinete legal y ampliado.
Es cuestión de identificar donde estuvo el origen de los errores que se cometieron en el ejercicio de gobernar para así no incurrir en lo mismo.
Por eso el apostolado es sencillo a la hora de tomar decisiones:
Lealtad, amistad, eficiencia o más de lo mismo.
CONTORNO
Insuficiencia presupuestal
El gobernador Adán Augusto López Hernández pidió paciencia a los trabajadores del gobierno de Tabasco a quienes se les adeudan pagos heredados por la anterior administración y aclaró que –hasta el 8 de Enero pasado- no habían recibido recursos por parte del Gobierno Federal.
Sin embargo confirmó que la Federación hará las primeras ministraciones a la entidad a partir del 13 del presente mes, sin especificar el monto. Aunque estas forman parte de las obligaciones que por ley le corresponden a Tabasco.
La realidad es que la situación financiera es crítica.
Existe incluso una teoría –que no parece descabellada- relacionada con el adelgazamiento de la plantilla burocrática así como ocurre en el Gobierno Federal para disminuir la presión sobre el gasto los dos primeros meses del año.
Otras medidas implementadas –disminución a cero- en el gasto de operación durante el primer mes es otra medida que podría generar ahorros en los recursos.
A pesar de las cuentas alegres que algunos hacen –sin reparar en las matemáticas y en el cálculo elemental- el panorama es dramático.
No está fácil.
Y la esperanza es casi igual al 99 por ciento…
