/ sábado 15 de diciembre de 2018

¡Ahí vienen los López! Llega Rosalinda

Finalmente, Chiapas tendrá que prescindir de la tradicional figura de la Primera Dama, toda vez que la esposa del Gobernador Rutilio Escandón Cadenas, fue propuesta por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y ratificada por el pleno de la Cámara de Diputados, como nueva Administradora General de Auditoría Fiscal Federal del Servicio de Administración Tributaria (SAT).

El nombramiento ya era esperado y fue mera formalidad su oficialización, para beneplácito de sus fans tabasqueños, pero con el desencanto de quienes esperaban verla al lado de su esposo, realizando la necesaria labor social y de beneficencia.

La tabasqueña no es propia de las labores del hogar, ni de las tareas tradicionales de una esposa. En cambio, es una acuciosa profesional de la contabilidad, la auditoria y la fiscalización. Lo más cercano a una cocina fue el patrocinio de un libro de recetas de su abuelita.

Indudablemente que la cardenense hará un más que decoroso papel, todo vez que además de ser una avanzada practicante de su profesión, es reconocida por su honorabilidad y su calidad profesional.

Queda claro que Rosalinda será una de las personas de confianza de AMLO para combatir la innegable corrupción, tanto en el ámbito gubernamental, como en el privado.

Empero, estará, como dice el dicho, un ojo al gato y otro al garabato; ya que representará, junto con gente de su confianza y de su hermana Silvia; un brazo ejecutor y vigilante, de quienes manejaran las finanzas y recursos públicos, tanto en Tabasco, como en Chiapas, toda vez que ambos mandatarios reconocen sus probadas habilidades profesionales en materia de auditoria y fiscalización.

Sin embargo, su principal reto será aumentar la recaudación, pues México se encuentra entre los países con menores ingresos por esta vía, con alrededor de 14 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el promedio supera 30 por ciento.

Para ello, tendrá que mejorar los procesos ya establecidos en materia de recursos humanos, avances tecnológicos y fiscalización.

La estrategia será “seguir el dinero”, pues delitos como la compra de facturas apócrifas se considera delincuencia organizada y es un tema catastrófico para la recaudación y cuestión de seguridad nacional, que involucra montos de dos billones de pesos.

Habrá “cero tolerancia a la corrupción” y en temas de lavado de dinero, se establecerá un padrón de quienes solicitan devoluciones y se revisará el padrón de los 71 millones de contribuyentes activos para evitar el robo de identidad o contribuyentes falsos.

Todo ello, en consonancia a la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de no crear ni aumentar impuestos en los primeros tres años de su gobierno.

Por ello habrá que recaudar más, mediante la implementación de medidas enfocadas a fiscalizar “correctamente” y detectar evasión de impuestos de todo tipo de contribuyente.

López Hernández, en su comparecencia antes los diputados, ante de su ratificación, afirmó que el objetivo del presidente López Obrador es hacer del SAT un ente cercano a los contribuyentes.

La idea es que dicha dependencia sea una herramienta pertinente y adecuada para lograr la recaudación en la que se sustentarán los principales programas sociales del gobierno andresmanuelista. De ahí el compromiso de dar un combate frontal contra la evasión, elusión y simulación fiscal.

El nuevo SAT se basará, esencialmente, en siete ejes: fiscalización, combate a evasión de impuestos, facilidades para pago de impuestos, mejoras al Buzón Tributario, creación de un padrón de devoluciones, revisión del padrón total de contribuyentes y corrupción en aduanas.

Tantas tareas, podrían alejarla de otra de sus pasiones, la política. Aunque uno de sus admiradores, dice que su nueva responsabilidad será otra manera de hacerla.

Hace algunos años, en la comunidad cardenense de San Pedro, oficialmente llamado “Francisco Trujillo Gurría”, cuando algunos de los hermanos López Hernández, casi siempre Rosalinda; llegaba a los terrenos de su abuelo materno Don Eduardo Hernández, para pagar, los lugareños gritaban ¡ahí vienen los López! Y vaya que ya llegaron.

Finalmente, Chiapas tendrá que prescindir de la tradicional figura de la Primera Dama, toda vez que la esposa del Gobernador Rutilio Escandón Cadenas, fue propuesta por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y ratificada por el pleno de la Cámara de Diputados, como nueva Administradora General de Auditoría Fiscal Federal del Servicio de Administración Tributaria (SAT).

El nombramiento ya era esperado y fue mera formalidad su oficialización, para beneplácito de sus fans tabasqueños, pero con el desencanto de quienes esperaban verla al lado de su esposo, realizando la necesaria labor social y de beneficencia.

La tabasqueña no es propia de las labores del hogar, ni de las tareas tradicionales de una esposa. En cambio, es una acuciosa profesional de la contabilidad, la auditoria y la fiscalización. Lo más cercano a una cocina fue el patrocinio de un libro de recetas de su abuelita.

Indudablemente que la cardenense hará un más que decoroso papel, todo vez que además de ser una avanzada practicante de su profesión, es reconocida por su honorabilidad y su calidad profesional.

Queda claro que Rosalinda será una de las personas de confianza de AMLO para combatir la innegable corrupción, tanto en el ámbito gubernamental, como en el privado.

Empero, estará, como dice el dicho, un ojo al gato y otro al garabato; ya que representará, junto con gente de su confianza y de su hermana Silvia; un brazo ejecutor y vigilante, de quienes manejaran las finanzas y recursos públicos, tanto en Tabasco, como en Chiapas, toda vez que ambos mandatarios reconocen sus probadas habilidades profesionales en materia de auditoria y fiscalización.

Sin embargo, su principal reto será aumentar la recaudación, pues México se encuentra entre los países con menores ingresos por esta vía, con alrededor de 14 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el promedio supera 30 por ciento.

Para ello, tendrá que mejorar los procesos ya establecidos en materia de recursos humanos, avances tecnológicos y fiscalización.

La estrategia será “seguir el dinero”, pues delitos como la compra de facturas apócrifas se considera delincuencia organizada y es un tema catastrófico para la recaudación y cuestión de seguridad nacional, que involucra montos de dos billones de pesos.

Habrá “cero tolerancia a la corrupción” y en temas de lavado de dinero, se establecerá un padrón de quienes solicitan devoluciones y se revisará el padrón de los 71 millones de contribuyentes activos para evitar el robo de identidad o contribuyentes falsos.

Todo ello, en consonancia a la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de no crear ni aumentar impuestos en los primeros tres años de su gobierno.

Por ello habrá que recaudar más, mediante la implementación de medidas enfocadas a fiscalizar “correctamente” y detectar evasión de impuestos de todo tipo de contribuyente.

López Hernández, en su comparecencia antes los diputados, ante de su ratificación, afirmó que el objetivo del presidente López Obrador es hacer del SAT un ente cercano a los contribuyentes.

La idea es que dicha dependencia sea una herramienta pertinente y adecuada para lograr la recaudación en la que se sustentarán los principales programas sociales del gobierno andresmanuelista. De ahí el compromiso de dar un combate frontal contra la evasión, elusión y simulación fiscal.

El nuevo SAT se basará, esencialmente, en siete ejes: fiscalización, combate a evasión de impuestos, facilidades para pago de impuestos, mejoras al Buzón Tributario, creación de un padrón de devoluciones, revisión del padrón total de contribuyentes y corrupción en aduanas.

Tantas tareas, podrían alejarla de otra de sus pasiones, la política. Aunque uno de sus admiradores, dice que su nueva responsabilidad será otra manera de hacerla.

Hace algunos años, en la comunidad cardenense de San Pedro, oficialmente llamado “Francisco Trujillo Gurría”, cuando algunos de los hermanos López Hernández, casi siempre Rosalinda; llegaba a los terrenos de su abuelo materno Don Eduardo Hernández, para pagar, los lugareños gritaban ¡ahí vienen los López! Y vaya que ya llegaron.