El 10 de octubre de 2016 en medios nacionales y locales se daba conocer que un hombre de 53 años en un sádico ataque había acabado con la vida de su esposa, Eva, y herido a su hija, Aracely. La tragedia ocurrió en una casa de Huimanguillo, donde las autoridades encontraron un cadáver y una mujer lesionada, mientras que el perpetrador fue detenido por las autoridades al intentar huir.
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La tragedia que terminó en un feminicidio ocurrió alrededor de las 8 de la noche consignaron las notas periodísticas. Los textos en diferentes formas describieron el hecho, pero todos coincidían en algo: la atrocidad que había cometido un sujeto. El nombre igual lo dieron a conocer: Marco Antonio.
En aquella fecha, el hombre llegó a su casa y encontró a su esposa ingiriendo bebidas alcohólicas con otro. Según la información proporcionada por los vecinos, era un amigo de Marco. Al entrar a su vivienda y encontrarlos tomando enfureció, tomó un machete y arremetió con su mujer y su amigo.
De acuerdo con lo expuesto en los medios de comunicación Eva habría estado tomando desde hacía horas con uno de los mejores amigos del susodicho. Durante el ataque, el otro hombre resultó herido, pero pudo escapar. Al ver cómo se encontraba su esposo, lo confrontó, y en respuesta recibió un machetazo.
Un golpe con el filo del arma punzocortante le había amputado parcialmente la mano derecha. Después otro machetazo, ahora fue en la cabeza, el cual acabó con la vida de la mujer. La mayor de las hijas del matrimonio, Aracely, intentó detener a su padre, sin embargo, no lo logró. Como resultado, fue herida en las manos.
Marco continuó agrediendo a su hija, a sus lesiones se sumaron las que les causó en la cabeza y el cuerpo. Tras concluir, el sujeto emprendió la huida. Los vecinos dieron aviso a las autoridades. La Policía Municipal llegó al lugar y fue enterada de los hechos, tras lo cual comenzó un operativo de búsqueda.
Los uniformados detuvieron al feminicida, quien simplemente comentó que lo había hecho: “Porque le habían dicho que (su esposa) andaba con uno del rancho”. Al lugar arribaron los peritos de la entonces Procuraduría General de Justicia (PGJ) para llevar a cabo los trabajos correspondientes. Tras concluir, trasladaron el cuerpo al Servicio Médico Forense (Semefo), mientras que Aracely era llevada a un hospital.
