El 12 de agosto de 2014 los medios de comunicación de Tabasco dieron a conocer la captura de un hombre que había matado a una mujer de nombre María Santa, de 34 años. En su declaración a las autoridades, confesó cómo le había quitado la vida y después abusó de su cadáver.
Lee más: 2017: Cuando a horas del Año Nuevo ejecutaron a 8 en Paraíso
Los agentes habían encontrado en un local abandonado un cuerpo semidesnudo, con heridas en el rostro y cabeza, lesiones que habían sido hechas por ladrillos, así quedó María Santa después del brutal ataque que cegó su vida.
La tragedia de la mujer comenzó el 7 del mes en cuestión en Villa La Venta, Huimanguillo, pero el sujeto, de nombre Felipe, joven de 21 años, fue capturado 72 horas después. Durante el interrogatorio narró la forma en la que había cometido el crimen. Conforme fue declarando los agentes se enteraron cómo pasó sus últimos instantes la occisa.
Aquella fecha, Felipe llegó a una cantina denominada ‘El Litrón’, en donde empezó a ingerir bebidas alcohólicas; al fin de cuentas para eso estaba en el lugar. En el mismo establecimiento estaba María Santa, a quien invitó a tomar; pasó el tiempo y le sugirió seguir la parranda en otra parte. Ambos salieron del local.
Se dirigieron a otra parte, un lugar abandonado, ahí siguieron con su noche de copas, ya para ese instante era la madrugada del viernes 8 de agosto. Él le pidió tener relaciones sexuales en ese sitio, solitario, a lo que ella se negó. El joven al no escuchar la contestación que quería, se molestó.
“Todo estaba bien, pero lo que me hizo hervir la sangre es que se negara a tener sexo”, dijo el asesino. A su declaración agregó: “sin más, la tomé de los cabellos, la estrellé contra la pared, no sé cuántas veces y fue cuando quizás ya muerta tirada en el piso, abusé de ella". Para asegurarse que estaba muerta, el hombre le pegó unos golpes en la cabeza, de esta manera había concluido el sádico crimen que consternó a la sociedad tabasqueña.
Finalmente, las autoridades iniciaron la averiguación previa VV-316/2014, bajo el cargo de asesinato calificado, ahora sólo le quedaba a Felipe conocer su sentencia por haber matado a María.