Si ya el hecho de estar en un hospital internado es doloroso, estar afuera del mismo, a la intemperie, pasando lluvias, el sol y sin comer, es igual de difícil. Estas situaciones se repiten a diario con familiares y amigos de quien está en cama, hospitalizado.
Historias que en su mayoría viven ciudadanos que vienen de otros municipios y del vecino estado de Chiapas, son los que más complicado tienen el panorama, al tener a un familiar en los hospitales de Villahermosa.
Para muestra, los que tienen pacientes en los hospitales de la Mujer y en el del Niño "Doctor Rodolfo Nieto Padrón" pasan por todo lo anterior a las afueras de sus instalaciones, ya que desde que inició la pandemia no pueden permanecer en el interior, y no les queda más que esperar.
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Un padre espera conocer la mejora de su hija con hidrocefalia
Arnulfo Garcia Aguilar, quien tiene a su niña de 4 años en el Hospital del Niño, llegó a 15 días acampando a las afueras de este lugar, porque su hija está grave.
“Ella tiene problemas de mielomeningocele e hidrocefalia, ahorita lo que tiene es infección de válvula, se la retiraron el día de ayer, estamos esperando para ver, le acaban de quitar su tubo y su estado es crítico, porque no vemos una reacción positiva”.
El hombre tiene un queja: la mayoría de los doctores con los que ha hablado en los últimos días son pasante. “Esa es nuestra inquietud, los que nos dan la información son muchachos que apenas van terminando su carrera y los ponen en un área delicada como infectología. El lunes nos dijeron que la niña estaba grave y su corazón estaba dejando de latir porque no estaba bombeando bien sangre”
Mencionó que su esposa ingresó al mediodía al hospital y vio muy bien a la niña, y de un momento a otro el diagnóstico cambió.
La situación no ha sido nada fácil para la familia, ya que al radicar en Huimanguillo, se han tenido que quedar por las noches en el albergue del gobierno, en el que reconoce le han dado una buena atención.
Esta semana, sus dos hijas menores hicieron el viaje desde su municipio para estar un momento con ellas, ya que han pasado 15 días desde que su hermana menor ha estado internada.
Para solventar los gastos y medicamentos, la familia y amigos, les están ayudando; además, que su patrón le ha tomado la asistencia, pese a que en 15 días sólo ha podido acudir cuatro veces a su empleo.
Desde Teapa acompaña a su sobrino
En otro caso, la señora Candelaria Hernández Gómez, del municipio de Teapa, se ha sumado al apoyo de su familia, pues a su sobrino de 3 años lo operaron de un tumor en el cuello, y al momento, ya tiene un mes acudiendo todos los días al nosocomio para ver a su sobrino.
“No tiene mejoría, y le está saliendo otro tumorcito,tiene anemia, está malito”, comentó la mujer.
Los síntomas del pequeño, fueron dolor de garganta, lloraba y tenía mucho cólico, y lo trajimos, su papá es campesino”
Durante el mes le ha tocado de todo, soportar los días de lluvia, así como el fuerte sol que ha venido ganando terreno.
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“Hemos pasado por lluvia, sol y aquí seguimos, aquí estamos con mi sobrino, apoyando, ya nos dijo el doctor que vamos a estar un mes más esperando”.
Menciona que les ha tocado dormir literalmente en la calle: “Yo traigo mi chalina, mi abrigo y me la paso sentada, aquí cerca hay un baño donde pagamos tres pesos”.
En cuanto a los gastos, el hospital le ha proporcionado medicinas, pero también les ha tocado comprar algunas para poder sacar a su pequeño sobrino adelante.
Apoya a su sobrina, aunque se quede sin comer
Juana Arcos, tiene a su sobrina de 15 años, internada en el hospital del niño, son oriundos de Nueva Galilea en Chiapas, y señaló que luego de estar acudiendo al hospital en Palenque, por espacio de una semana, por fin la pudieron atender, y hace también una semana llegaron a Villahermosa.
“Nosotros estamos batallando con la niña, no tenemos dinero y aquí estamos sufriendo, hasta ahorita no le han dado un diagnóstico, aquí estamos batallando su mamá y yo, a veces la niña se ve bien pero de repente se desmaya y queda inconsciente y desespera porque no se tiene una solución”.
Con más de una semana en Villahermosa, más lo que estuvieron esperando en Palenque, suman más de 15 días y los gastos no se han hecho esperar.
Recordó que hasta el momento han tenido que prestar dinero para algún medicamento.
Hay días en que se ha quedado sin comer “por lo menos yo nada, me tengo que aguantar, no hay dinero. He pasado hasta dos días sin comer, pero a veces llega gente a regalar comida y ahí uno aprovecha a comer unos taquitos, y de ahí ya no”.
A principio de mes también le tocó pasar el temporal de lluvia, y tuvo la necesidad de buscar donde resguardarse, al final encontró un lugar donde mencionó que las horas se hicieron eternas, en estas condiciones.
Lo que más anhela, es que pronto se conozca el diagnóstico y saber que enfermedad es la que tiene su sobrina.
Decide sacar a su hija del hospital
Con la queja de que su hija no ha recibido una atención especializada, el señor José Reyes, junto a su esposa, decidieron sacar del hospital a su niña debido a que la entubaron y no le avisaron.
“Ayer me dijo mi esposa que una doctora le quiere hacer una operación a mi niña sin hacerle un estudio, pero primero se debe hacer el estudio, por eso voy a pedir mi alta voluntaria, porque la voy a sacar de aquí, porque la verdad, sino sirve para qué la voy a tener aquí”.
El diagnóstico que tiene es que estuvo grave y de ahí estable, pero lo que ha ocasionado es que hicieron algo sin su consentimiento: “la entubaron, ellos hicieron lo que quisieron, hasta que yo entré y dije que si es por el bien de la niña entuben, pero nos hubieran pedido permiso porque somos sus padres y si le llega a pasar algo sobre ellos vamos”.
Don José Reyes y su esposa fueron citados a las 10 de la mañana para recibir a su hija, de ahí le dieron un horario de medio día y finalmente a las 16:00 horas.
“El trato es pésimo, la gente se huevonea allá adentro, cuando trajimos a la niña a las 5:00 de la mañana y me la atendieron hasta las 10:30 (Sic)”
Además, el entrevistado señaló que su hija es recién nacida, y su problema es pulmonar.
De esta manera, el padre de familia oriundo de Villa Aldama en Comalcalco, expresó que ha tenido que trabajar, y le han atendido con desayuno y comida en un albergue.
Confía que llevarla a otro hospital tendrá una recuperación, por lo que ha decidido llevarla a uno particular en el área de Tabasco 2000.
Soportar el sol, difícil para la tercera edad
La señora Bety Garcia de 61 años acompaña a su hija, quien tuvo consulta en el Hospital de la Mujer: “son varias carencias las que pasamos, estar en el sol no solo yo lo padezco, mucha gente no tenemos donde resguardarnos, donde sentarse para esperar al familiar”.
Como todas las familias, pasa por las mismas circunstancias de “traspasarse” y a diferencia de otras personas, vive en la capital de Villahermosa.
Comentó que el enemigo número uno es el calor: “ Esta problemática no es de ahorita, es de años, así lo recuerdo y ahora me toca con mi hija.
Miriam Candelero también de Villahermosa acudió con su hija a una consulta, y aunque la atendieron bien el problema es que está a la “ intemperie el sábado y domingo estuvimos soportando la lluvia, había mucho viento, la gente sufre mucho”.
La ciudadana mencionó que desde hace muchos año la gente sufre por no tener donde refugiarse durante las inclemencias del tiempo, como es el sol y la lluvia.
Manos Vacías regala alimentos
Si bien hay un albergue del DIF que apoya con alimentos, y una estancia a quien solicite. Otras instituciones se han sumado apoyar a la gente con alimentos, desde hace 11 años Hilda Gutiérrez y Rox Ramirez son dos ciudadanas de la asociación ‘Manos Vacías’, que apoya regularmente con alimentos a los hospitales del Niño, de la mujer y esporádicamente al Juan Graham, entregando entre 100 a 120 platillos.
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También apoyan a los albergues Choquitos, Oasis de Paz, Amparito y Reclusorio femenil. Cabe destacar que tienen cocina comunitaria cada mes en la asociación.
El menú que donan va desde tortas, pollo en arroz, picadillo de res, estofado principalmente. En el caso de los hospitales que se ubican en la avenida Gregorio Méndez se ha convertido en un bálsamo para los que menos tienen en los momentos más difíciles de esperar a un familiar.
