Una fuente interna del Hospital Regional de Pemex señala en exclusiva para El Heraldo de Tabasco que la versión de que la heparina sódica fue contaminada de origen por el laboratorio que la suministró, por lo que cobró la vida de dos pacientes hasta el momento e infectó a medio centenar más, no es consistente con el procedimiento de suministro, ni los resultados de los cultivos realizados a la sangre de los enfermos y al medicamento mismo, en donde se hallaron bacterias que proliferan en los orines de rata y en excrementos humanos.
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Dicha fuente médica, que se reserva su identidad para evitar represalias, proporcionó a esta casa editorial documentos y referencias de la literatura médica con los que se sustenta la posibilidad de que se haya tratado de una negligencia que raya en lo criminal.
"Ni está caduco, porque la fecha de caducidad vence en el 2021, ni está contaminado de origen por el laboratorio... sería muy extraño que un laboratorio que fabrica este tipo de medicamentos tuviera una falla tan garrafal en su control de calidad", enfatizó el galeno del Hospital de Pemex, en entrevista.
Explicó que esto apunta más a una falla en los procedimientos dentro del mismo hospital, en un área muy específica, sobre la cual hay antecedentes de posible contaminación, al haber goteras y falta de higiene.
"Es más fácil desviar la atención hacia un medicamento y ganar tiempo para desinfectar las máquinas (de hemodiálisis) y el área, que cerrar el hospital completo, pues nunca ha pasado eso en la historia de este país", dijo.
"Y si el hospital no oculta nada, ¿entonces por qué tanta seguridad?" añadió en referencia a los elementos dotados con armas largas, que custodian todos los puntos de acceso al nosocomio.
Entre los documentos filtrados a este medio informativo, se encuentran los resultados de los análisis clínicos efectuados a pacientes, los cuales arrojan que en la sangre se encontraron trazas de "Achromobacter xilosoxidans/denitrificans", "Kleibsiella oxytoca Raoultella ornithinolytica" y "Enterococcus faecalis", de las cuales sólo la Kleibsiella fue reconocida por Pemex en uno de sus comunicados.
Como antecedente, el médico refirió un artículo publicado por la Sociedad Española de Nefrología (Vol 34. Núm. 4) de julio del 2014 en el que se asienta que "se han descrito como posible fuente de infección la contaminación del catéter, de los viales multidosis de heparina, de las soluciones antisépticas o del propio baño de diálisis y, como medio de transmisión, la ropa o las manos del personal sanitario".
Otros indicios que sustentarían la hipótesis que en su momento deberán descartar o validar las autoridades encargadas de la investigación, es el hecho de que si se tratara de un lote contaminado, el brote infeccioso no estaría focalizado en un sólo hospital ni siquiera en una sola área.
"Cuando tu abres un lote de medicamentos, hablas de mil piezas, de dos mil piezas, no puede estar nomás contaminado uno, por obvias razones tuviera que estar contaminado todo el lote. Siguiendo esta lógica... si vas al mercado, y te venden una chuleta contaminada, no vas a ser el único que tenga dolor de panza, ¿ves? La otra lógica es que si se trata de todo un lote, no sólo se infectarían los pacientes esa área, sino de todo el hospital, porque la heparina se utiliza en muchos procedimientos médicos...", dijo.
Cabe resaltar que el área de hemodálisis del hospital se encuentra completamente cerrada mientras se efectúan las investigaciones, sin embargo la primera inspección externa que se realizó a dicha área apenas inició el martes.
En cualquier caso existe una negligencia muy grave que fue encubierta y luego minimizada por el hospital, y ahora deberán ser las autoridades las encargadas de resolver quiénes y qué niveles de responsabilidad tuvieron en este asunto
Sería muy extraño que un laboratorio que fabrica este tipo de medicamentos tuviera una falla tan garrafal en su control de calidad
Médico denunciante