Después de que en el sexenio de Arturo Núñez, el presupuesto asignado para el pago de servicios personales en el Poder Ejecutivo no sólo no creció sino que se redujo de 17 mil millones de pesos pagados en el año 2013 a 16 mil 568 millones de pesos ejercidos en el 2018, el último de la administración perredista. Con la llegada de Morena en el 2019, el concepto de servicios personales pasó a 19 mil millones de pesos y llegó a los 22 mil 705 millones de pesos en el año 2023.
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De acuerdo a los informes trimestrales de las Finanzas Públicas entregadas por la Secretaría de Finanzas del estado al Poder Legislativo estatal, el concepto de servicios personales se ha incrementado en 6 mil 137 millones de pesos en la actual administración.
El concepto de servicios personales que cubre salarios, honorarios, aguinaldo y demás prestaciones laborales, entre ellos el llamado bono de fatiga que cada año se paga al personal que labora en el Poder Ejecutivo, pasó de 16 mil 568 millones de pesos ejercidos en el 2018, el último año de la administración del perredista Arturo Núñez Jimenez, a 19 mil 026 millones de pesos pagados en el 2019, el primer año de la actual administración morenista, en ese entonces con Adán Augusto López Hernández al frente del Poder Ejecutivo.
Los datos publicados en el portal de la dependencia que hoy dirige Georgina de la Cruz Arias muestran que a partir del 2019, los pagos por concepto de servicios personales se incrementaron de forma paulatina hasta llegar a 21 mil 056 millones de pesos en el 2022 y cerró en 22 mil 705 millones de pesos pagados al cierre del 2023.
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Cabe mencionar que en la administración perredista, con los datos publicados por la propia Secretaría de Finanzas, es posible conocer que el pago de servicios personales dentro del Poder Ejecutivo del estado de Tabasco pasó de 17 mil 083 millones de pesos ejercidos en el 2013 a 16 mil 568 millones de pesos en el 2018.
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Es decir que este pago decreció en la administración anterior, mientras que en la actual administración, a pesar de la política de austeridad implantada, los salarios, honorarios y bonos de fatiga, cuestionados a los gobiernos anteriores, no solo se mantienen sino que se han incrementado.
