Las personas emocionalmente maduras tienden a tener relaciones positivas y saludables con los demás y en general son más felices. Esto es suficiente para que cualquier persona se esfuerce por alcanzar la madurez.
Es por eso que hemos reunido algunos comportamientos de las personas emocionalmente maduras para que puedas analizar si tú eres una de ellas, o distinguir qué es lo que te hace falta para serlo.
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Reconocen sus necesidades
Es fácil cerrarnos cuando sentimos emociones negativas. Pero es esencial estar al tanto de ellas en primer lugar. Negar las emociones sólo causará problemas internalizados o causará estragos y explosiones eventualmente.
Ponen las cosas en perspectiva
Las personas que son emocionalmente maduras conocen sus privilegios, se controlan y cambian sus perspectivas al darse cuenta que tienen suerte en comparación con los demás.
El sufrimiento y la tristeza no son competencia, es por eso que cuando más buena sea la situación mejor saben disfrutarlas.
No se toman nada personal
Las personas emocionalmente maduras nunca caen en el hábito de pensar que el mundo está en su contra.
No se toman nada a personal
Cuando una persona madura emocionalmente se encuentra con un conflicto, no salta a un modo defensivo donde toma todo como un ataque personal.
Dejan de lado su orgullo (dentro de lo razonable, por supuesto) y se comunican con honestidad y empatía, para resolver bien el problema.
No dejan que sus emociones los controlen
Evitan que las emociones tomen el control de sus acciones. Reprimir sus emociones puede hacer que influyan inconscientemente.
Son positivos pero realistas
El optimismo es beneficioso en la vida cotidiana, y las personas emocionalmente maduras tienden a poner el pensamiento positivo por encima de una mentalidad de pesimismo.
Son brillantes y felices la mayor parte del tiempo, lo que los hace agradables, y no dejan que nada los deprima por mucho tiempo.
Son flexibles y mente abierta
Las personas emocionalmente maduras saben que sus puntos de vista no son la verdad absoluta, por lo tanto se mantienen flexibles y siempre están abiertos a escuchar ideas y opiniones.