El 3 de mayo de 2010 ocurrió un triple feminicidio en Cárdenas, las huellas de la violencia en sus cuerpos indicaron crueldad excesiva, ya que habían sido violadas, apuñadas y rematadas con golpes de piedra en la cabeza.
Los restos de las jovencitas fueron hallados en el ejido El Habanero, en esa comunidad sucedió el crimen. Ya de por sí, la muerte de las muchachas era un acto inhumano, la atrocidad con que procedieron sus verdugos dejaba sin palabras a los tabasqueños y avecindados en estas tierras, y con un solo pensamiento: que los crímenes no quedaran impunes.
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Jazmín y Dayra eran los nombres de dos de las asesinadas, a la tercera mujer no se le había identificado. Las primeras indagatorias de las autoridades señalaron que el 3 de mayo de 2010 las tres jóvenes fueron levantadas en la Feria Tabasco. Una de ellas había participado con el valet folclórico de Cárdenas y tras la presentación, las amigas se dedicaron a pasear por el parque para conocer las atracciones y lo que se vendía en la máxima fiesta de los tabasqueños.
Las investigaciones continuaron y se supo las jovencitas habían sido ejecutadas por venganza. El entonces Procurador General de Justicia de Tabasco, Rafael González Lastra, dio a conocer que el jefe de la plaza de Los Zetas en Cárdenas había ordenado matarlas, por comentarios en su contra por parte de una de ellas.
Aunque su nombre no se reveló, las autoridades mencionaron que andaba prófugo, pero ya estaba plenamente identificado, igualmente que tres personas más, además de otras tres que ya estaban tras las rejas.
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Entre los tres sujetos presentados estaba uno conocido Jaime “N”, conocido como “El Cachibombo”, quien el 22 de diciembre de 2009 había participado en el asesinato de la familia de un elemento de la Marina que fue parte del operativo donde cayó abatido el capo Arturo Beltrán Leyva en Cuernavaca, Morelos.
Previamente a la detención de los tres sujetos, uno más ya se encontraba en la cárcel, su nombre José María “N”, “El Carballo”, capturado la misma semana de los feminicidios. De esta manera cuatro ya estaban ante las autoridades, pero faltaban otros cuatro, entre ellos dos mujeres y dos hombres, uno de estos quien había ordenado las muertes.
Por su parte, los entonces, secretario de Seguridad Pública del Estado, Sergio López Uribe, y el comandante de la 30 Zona Militar, José de Jesús Ramírez García, junto con el procurador, mencionaron que los cuatro prófugos ya estaban identificados.
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A la par de lo expuesto por las autoridades, el Comité de Derechos Humanos de Tabasco (Codehutab) exigió al gobierno local que el crimen no quedara impune, y recordó feminicidios que habían sucedido meses antes en ese 2010.
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Uno de estos casos ocurrió en Huimanguillo cuando dos cuerpos fueron hallados decapitados, desnudos y encostalados en las márgenes del Río Mezcalapa, el segundo correspondió a una joven de nombre Edith, de 18 años, asesinada a golpes y ultrajada en la colonia Carrizal. Un tercer feminicidio fue el de Rosa Elena, a quien su pareja estranguló por no pedirle permiso al ir a una fiesta. Hecho que ocurrió en Centla.
