La siguiente historia forma parte de la tradición oral del estado de Tabasco, bien puede tratarse de una pieza de ficción o pertenecer al imaginario popular. Algunos de los relatos que aquí publicamos son dados por verdaderos entre quienes afirman haberlos vivido, sin embargo, en la presente sección simplemente difundimos estos contenidos para que nuestros queridos lectores pasen un rato entretenido.
Cuenta una persona que vivió en una comunidad del municipio de Centro, Tabasco, que se escuchaba el canto de un duende, siempre por las noches. Las personas de más edad distinguían la diferencia entre el canto de este ser fantástico y el una persona. De acuerdo con las creencias, ese sonido anunciaba desgracias, calamidades; algo malo sucedería o alguien moriría.
El ente de pies chuecos, panza botada, pequeña estatura, cabezón y un sombrero grande, así como ojos saltones, también entonaba canciones, principalmente las que trataban de muertes o desgracias. Dicen que a lo lejos parecía la voz de un anciano, pero sabían que era el ser, y sobre todo porque ese cántico se comenzaba a escuchar a altas horas de la noche y provenía de los montazales.
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Aparte de atribuírsele perder a las personas (quizá su travesura favorita), también se le relacionaba con los males que pasaban cerca de la comunidad. Un accidente de auto, asesinatos, vacas muertas, entre otros; el duende con su canto los provocaba, aunque todas estas desgracias bien podían ser por la mano del hombre; sin embargo, el pequeño ser tiene un poder inimaginable relacionado con el maligno (según la teoría).
Acerca de su canto, relatos específicos no hay; sólo escuetas referencias de una persona, que normalmente escuchó de otra, más que una historia, una conversación de algunos donde hablaban de todo. Pero es innegable que la imagen del ser es poderosa, no tanto por lo que hace sino por la creencia de la gente, ya que es en el imaginario colectivo donde ha trascendido de generación en generación.
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La descripción de esta criatura en la mitología es diferente a la descrita en estas tierras, aquí cambia el gorro por el sombrero, la barba por un abdomen abultado y la vestimenta. Al parecer, aquí en esta zona del sureste todos corresponden a los del tipo malvado. Ya que según las mitologías europeas existen duendes buenos.
Por su parte la RAE los define como espíritus que toman figura de niños o ancianos y provocan diversos trastornos en lugares donde habitan. Los duendes, según las leyendas populares tienen la capacidad de encantar o hechizar las casas y los bosques.
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En México, los duendes también son conocidos como chaneques, y según relatos, entre Tabasco y Chiapas habitan los más agresivos. Se cuenta que en Villahermosa este ser se encuentra en las inmediaciones de la Laguna de las Carolinas, donde actualmente están las colonias Campestre, Real del Lago y Real de Minas.
Se cree que poner carteles en las entradas del hogar o hacerse un collar con piedras de río son la mejor defensa contra estos seres, incluyendo su terrorífico canto.
