/ miércoles 28 de febrero de 2024

Tabasco Político | Y REPITIÓ, EL GOBERNADOR


Para que ya no quedara, ninguna sombra duda, pero ninguna, el gobernador con licencia, Adán Augusto López Hernández, volvió públicamente, durante la entrega de constancia de candidato a la gubernatura, a confirmar el pacto político con el candidato a la gubernatura, Javier May Rodríguez.

Atrás quedaron desencuentros, desavenencias, desacuerdos, diferencias, golpes bajos y zancadillas por debajo de la mesa.

La intervención oportuna de Andrés Manuel López Obrador y de la abanderada presidencial Claudia Sheinbaum Pardo cerraron las heridas abiertas que ambos grupos políticos se provocaron.

No hay hoja de vuelta, el ex encargado de la política interna y el ex senador de la República han fumado la pipa de la paz. Esa es la verdad, la realidad.

Lo demás son chismes, habladurías, especulaciones no solo de la oposición, sino también domésticas, ya que, más de uno, apostó fuertemente que la reconciliación entre ambos era imposible.

Se les olvidó que en política todo puede ocurrir. Y no nada más aquí en el país, sino en todo el mundo. Y ejemplos abundan.

La política es diálogo, negociación,

Y esto fue precisamente lo que sucedió: Adán Augusto y Javier May se sentaron (no sé cuántas veces, ni exactamente en donde, ni quienes atestiguaron los encuentros), platicaron y llegaron a acuerdos políticos, como lo avala y confirma las candidaturas al Senado de su consanguínea Rosalinda López Hernández y del propio ex diputado federal.

Así como algunas otras posiciones políticas para la cámara baja del Congreso de la Unión y a nivel local, me refiero a alcaldías y diputaciones y hasta posiciones en el próximo gabinete del comalcalquense.

Políticamente fue lo correcto.

Profundizar la polarización terminaría por perjudicar a uno y otro. Y el gran perdedor sería Tabasco, tal y como ha ocurrido en el pasado.

Las divisiones internas afectan a todos, principalmente, a los actores de los partidos políticos que las protagonizan.

El caso es que hicieron las paces. Y políticamente Javier May Rodríguez va a ser el gran ganador, pues ganará en las urnas con mayor facilidad que si la división se hubiera ahondado.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


El relevo en el PRI estatal del bueno para nada de Dagoberto Lara Sedas, no resuelve nada, al contrario, todo indica que va a empeorar, ya que la unción -mejor dicho, imposición del ex titular de CAPUFE, Benito Neme Sastré- del dirigente interino Miguel Barrueta Cambrano no garantiza que la penosa situación vaya a cambiar.

En primer lugar, su padrino Neme Sastré dejo a medio mundo embarcado cuando en el sexenio de Enrique Peña Nieto aspiró a la candidatura a la gubernatura y, en segundo lugar, políticamente no representan nada, al grado tal, que con toda seguridad, no ganaría ni una delegación municipal.

Y para acabarla de amolar, su delfín Barrueta Cambrano, es un desconocido. Lo único que se sabe de él, es que es hijo de Hernán Barrueta, y párele usted de contar.

Ahora si de lo que se trata es de que el PRI pierda su registro, pues, adelante.

Que con su pan se lo coman.



Para que ya no quedara, ninguna sombra duda, pero ninguna, el gobernador con licencia, Adán Augusto López Hernández, volvió públicamente, durante la entrega de constancia de candidato a la gubernatura, a confirmar el pacto político con el candidato a la gubernatura, Javier May Rodríguez.

Atrás quedaron desencuentros, desavenencias, desacuerdos, diferencias, golpes bajos y zancadillas por debajo de la mesa.

La intervención oportuna de Andrés Manuel López Obrador y de la abanderada presidencial Claudia Sheinbaum Pardo cerraron las heridas abiertas que ambos grupos políticos se provocaron.

No hay hoja de vuelta, el ex encargado de la política interna y el ex senador de la República han fumado la pipa de la paz. Esa es la verdad, la realidad.

Lo demás son chismes, habladurías, especulaciones no solo de la oposición, sino también domésticas, ya que, más de uno, apostó fuertemente que la reconciliación entre ambos era imposible.

Se les olvidó que en política todo puede ocurrir. Y no nada más aquí en el país, sino en todo el mundo. Y ejemplos abundan.

La política es diálogo, negociación,

Y esto fue precisamente lo que sucedió: Adán Augusto y Javier May se sentaron (no sé cuántas veces, ni exactamente en donde, ni quienes atestiguaron los encuentros), platicaron y llegaron a acuerdos políticos, como lo avala y confirma las candidaturas al Senado de su consanguínea Rosalinda López Hernández y del propio ex diputado federal.

Así como algunas otras posiciones políticas para la cámara baja del Congreso de la Unión y a nivel local, me refiero a alcaldías y diputaciones y hasta posiciones en el próximo gabinete del comalcalquense.

Políticamente fue lo correcto.

Profundizar la polarización terminaría por perjudicar a uno y otro. Y el gran perdedor sería Tabasco, tal y como ha ocurrido en el pasado.

Las divisiones internas afectan a todos, principalmente, a los actores de los partidos políticos que las protagonizan.

El caso es que hicieron las paces. Y políticamente Javier May Rodríguez va a ser el gran ganador, pues ganará en las urnas con mayor facilidad que si la división se hubiera ahondado.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)


El relevo en el PRI estatal del bueno para nada de Dagoberto Lara Sedas, no resuelve nada, al contrario, todo indica que va a empeorar, ya que la unción -mejor dicho, imposición del ex titular de CAPUFE, Benito Neme Sastré- del dirigente interino Miguel Barrueta Cambrano no garantiza que la penosa situación vaya a cambiar.

En primer lugar, su padrino Neme Sastré dejo a medio mundo embarcado cuando en el sexenio de Enrique Peña Nieto aspiró a la candidatura a la gubernatura y, en segundo lugar, políticamente no representan nada, al grado tal, que con toda seguridad, no ganaría ni una delegación municipal.

Y para acabarla de amolar, su delfín Barrueta Cambrano, es un desconocido. Lo único que se sabe de él, es que es hijo de Hernán Barrueta, y párele usted de contar.

Ahora si de lo que se trata es de que el PRI pierda su registro, pues, adelante.

Que con su pan se lo coman.