/ miércoles 19 de junio de 2024

Tabasco Político | !!! VERGÜENZA ES QUE NO TIENE!!!

Al caso, el peor alcalde que ha tenido el Centro, Humberto de los Santos Bertruy, pensó o se imaginó, que iba a un día de campo.

Por si no estaba enterado, hay que decirle que compitió por la presidencia municipal de la capital tabasqueña.

Así que no nos salga con la estupidez y sandez de que hubo fraude. Lo que sucedió es que la edil electa Yolanda del Carmen Osuna Huerta lo arrolló en las urnas. Literalmente, le pasó encima.

No solo a él, si no también al engreído abanderado de MC, Fernando Enrique Mayans Canabal.

De los dos, no se hizo uno. Ambos dieron lástima y vergüenza, pues la dama en cuestión los hizo pedazos o, mejor dicho, trizas.

A decir verdad, nunca tuvieron ninguna posibilidad de ganar. Desde que se supo que eran los candidatos del PVEM y de MC, se dio por descontado de que iban derechito al matadero, tal y como ocurrió.

Lo de Humberto fue una entelequia política. Quizás se le olvidó que cuando desgobiernó el Centro, fue calificado a nivel nacional: como el peor alcalde. No solo una vez alcanzó tan alta distinción, sino dos veces.

Por si no se acuerda convirtió a Villahermosa en un cochinero. Nunca estuvieron tan mal los servicios municipales como cuando él encabezó la comuna centreca.

Solo a un autista político como él, se le ocurre buscar por segunda ocasión dirigir los destinos del Centro, cuando su administración estuvo llena de actos de corrupción, al grado tal, que acabaron "con la quinta y los mangos".

El saqueo fue monumental, colosal.

En lugar de seguir llorando como mojina lo que perdió legítimamente en las urnas, debería retirarse de la política, y sobre todo, darle, gracias a Dios, de que en ese entonces no fue a parar al reclusorio, porque el todopoderoso es misericordioso, magnánimo, de lo contrario, no se la habría acabado.

"Palo dado, ni Dios lo quita".

"SQUOD SCRIPSI SCRIPSI"

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Si los que perdieron el pasado 2 de junio, tuvieran un poquito de decencia y, principalmente de verguenza deberían de dejar de llorar, y aceptar en buena lid, la madriza politica y electoral que les pegó la cuidadanía en las urnas.

En serio, que ya ni llorar es bueno, la paliza fue brutal. La diferencia fue en su mayoría abismal.

No tienen legalmente ningún resquicio para revertir la dolorosa derrota que padecieron, incluidos los de Morena que fracasaron en su intento de ser presidentes municipales.

Pero: ¡¡ya por favor, dejen de lloriquear!!

De verdad, que se ven muy mal.

Dan pena ajena.

Dénle vuelta a la hoja. No hay nada que hacer.

Perdieron, y punto final.

En pocas palabras: dejen de hacerle a la mamada.

Al caso, el peor alcalde que ha tenido el Centro, Humberto de los Santos Bertruy, pensó o se imaginó, que iba a un día de campo.

Por si no estaba enterado, hay que decirle que compitió por la presidencia municipal de la capital tabasqueña.

Así que no nos salga con la estupidez y sandez de que hubo fraude. Lo que sucedió es que la edil electa Yolanda del Carmen Osuna Huerta lo arrolló en las urnas. Literalmente, le pasó encima.

No solo a él, si no también al engreído abanderado de MC, Fernando Enrique Mayans Canabal.

De los dos, no se hizo uno. Ambos dieron lástima y vergüenza, pues la dama en cuestión los hizo pedazos o, mejor dicho, trizas.

A decir verdad, nunca tuvieron ninguna posibilidad de ganar. Desde que se supo que eran los candidatos del PVEM y de MC, se dio por descontado de que iban derechito al matadero, tal y como ocurrió.

Lo de Humberto fue una entelequia política. Quizás se le olvidó que cuando desgobiernó el Centro, fue calificado a nivel nacional: como el peor alcalde. No solo una vez alcanzó tan alta distinción, sino dos veces.

Por si no se acuerda convirtió a Villahermosa en un cochinero. Nunca estuvieron tan mal los servicios municipales como cuando él encabezó la comuna centreca.

Solo a un autista político como él, se le ocurre buscar por segunda ocasión dirigir los destinos del Centro, cuando su administración estuvo llena de actos de corrupción, al grado tal, que acabaron "con la quinta y los mangos".

El saqueo fue monumental, colosal.

En lugar de seguir llorando como mojina lo que perdió legítimamente en las urnas, debería retirarse de la política, y sobre todo, darle, gracias a Dios, de que en ese entonces no fue a parar al reclusorio, porque el todopoderoso es misericordioso, magnánimo, de lo contrario, no se la habría acabado.

"Palo dado, ni Dios lo quita".

"SQUOD SCRIPSI SCRIPSI"

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Si los que perdieron el pasado 2 de junio, tuvieran un poquito de decencia y, principalmente de verguenza deberían de dejar de llorar, y aceptar en buena lid, la madriza politica y electoral que les pegó la cuidadanía en las urnas.

En serio, que ya ni llorar es bueno, la paliza fue brutal. La diferencia fue en su mayoría abismal.

No tienen legalmente ningún resquicio para revertir la dolorosa derrota que padecieron, incluidos los de Morena que fracasaron en su intento de ser presidentes municipales.

Pero: ¡¡ya por favor, dejen de lloriquear!!

De verdad, que se ven muy mal.

Dan pena ajena.

Dénle vuelta a la hoja. No hay nada que hacer.

Perdieron, y punto final.

En pocas palabras: dejen de hacerle a la mamada.