Tabasqueños y no, desean y esperan ansiosa y fervientemente que el gobernador electo, Javier May Rodríguez, integre un gabinete de nivel. Que esté a la altura de las condiciones y circunstancias que se presenten. Un gabinete de primera, pues.
Que se rodee de los mejores hombres y mujeres que tiene Tabasco. De verdaderos profesionales.
De servidores públicos eficientes, eficaces, competitivos, honrados, inteligentes, experimentados, leales, productivos, imaginativos, creativos, talentosos. Chingones, pues, como se dice coloquialmente.
Bien pagados. Bien remunerados. Que ganen lo que tengan que ganar. Esto es lo de menos, con tal de que no estén pensando e ideando cómo clavarles despiadadamente las uñas al presupuesto, como ha venido puntualmente ocurriendo en cada gobierno federal, estatal y municipal.
Y es que cada seis y tres años decenas de funcionarios se convierten en millonarios. Literalmente, salen rayados, pasados.
Y es que desgraciadamente la mayoría de quienes aspiran a ser parte del nuevo gobierno, no van con la mentalidad de servir y atender a los gobernados, si no de enriquecerse, a costa de los impuestos de los contribuyentes. Y más cuando son gente cercana al mandatario.
Esto es algo que viene recurrentemente sucediendo, sin que hasta el día de hoy, se haya podido evitarlo. La corrupción precisamente comienza en el gobierno.
Si Javier May Rodríguez, pasa del discurso a los hechos, y se mete a fondo, sin vacilación alguna, a combatir la corrupción gubernamental de abajo arriba y viceversamente, estoy seguro, que todo mundo se lo va a agradecer, a reconocer, a aplaudir.
Y es que por una u otra causa, los gobernantes, en cualesquiera de sus niveles, aplican la máxima salinista: "ni los veo ni los oigo".
Pero retomando el hilo principal de la presente entrega, la sociedad en su conjunto, está esperando que el jefe de la próxima administración gubernamental, arme un trabuco de altura.
Son tiempos económicos muy difíciles y complicados. Por ello, es necesario y urgente que el gobernador nombre en cada una de las secretarias a gente que tenga el perfil idóneo, probada, consumada, capitalmente en las dependencias con más demandas sociales.
A quienes se la jugaron políticamente con él, desde un principio, y no tienen la preparación necesaria para desempeñar cargos de gran responsabilidad, que los coloque en donde no hagan daño, y si se vayan preparando para posteriormente asumir mayores encomiendas.
Y a los que no entren, por una u otra causa, que los mande a hacer política de la buena.
Porque tampoco es justo dejar afuera a quienes siempre apoyaron y respaldaron su proyecto.
Si se lo propone, Javier May Rodríguez puede hacer el gobierno que todos estamos esperando, el gobierno que por fin nos saque del hoyo en que estamos hundidos.
Tiene un factor poderosísimo, es amiga cercana de la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo.
Y él es un político que se la sabe de todas a todas. Ya fue dos veces edil de Comalcalco, ex titular federal de Bienestar y de Fonatur. Senador, diputado federal y local.
No es un actor político imberbe, ni nada por el estilo.
La verdad, es que tiene todo a su favor, para hacer un gobierno magnífico, brillante.
Pues hasta el Congreso tabasqueño es del partido guinda.
"SQUOD SCRIPSI SCRIPSI"
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
Efectivamente, el galeno Fernando Enrique Mayans Canabal, se ve mejor calladito.
No vaya a cometer la estupidez que hizo Humberto de los Santos Bertruy.
Que salio a tratar de justificar la madriza que le pusieron en las urnas, y le salió el tiro por la culata.
Ya que, a nadie le agradó los absurdos y ridículos pretextos y excusas que presentó.
Estuvieron totalmente fuera de lugar, pues el triunfo de Yolanda del Carmen Osuna Huerta, fue tan claro y contundente que no dejo duda alguna.
No se vaya en la carreta médico, y mejor siga calladito.
Después de todo, en boca cerrada no entran moscas.
La inseguridad es la principal queja de los tabasqueños, y avencidados aquí, ya que, a pesar de los esfuerzos de la actual administración por combatirla, no se han dado los resultados esperados.
No en un tema nada fácil, pues las causas son políticas, sociales, económicas, culturales, y desde luego, de salud. Y varias más.
Por lo que el gobierno que entrara en funciones en el mes de octubre, tendrá que ir con todo al fondo de ellas, si es que quiere que esté gravísimo asunto comience a disminuir.
Y el problema del agua es otro gran pendiente que tendrás que afrontar la nueva administración, sobre todo, en los meses en donde el calor aprieta o, mejor dicho, quema.
Serán muchísimos millones de pesos los que tendrán que invertirse para ir disminuyendo está aguda y desesperada situación que tiene a una gran parte de la población bastante molesta.
Desde luego que no son los únicos, pero sí, de los más urgentes a atender.
Por ello la importancia de una buena relación con la Federación, pues sin el apoyo de la presidenta, no es posible avanzar cuantitativa y cualitativamente.
Ojalá y nos respalde de verdad y no de mentiras, como muchas veces ha pasado.
Y los abusos de la CFE contra los usuarios continúan. Los cobros a los usuarios por la energía eléctrica que "consumen" son excesivamente caros.
En algunos casos imposibles de pagar. Y es que quieren que uno les pague hasta por el pésimo servicio que prestan.
No se miden, y sabe usted que es lo peor, que hay autoridad que les ponga un hasta aquí. Hacen y deshacen, y ni con quién quejarse, ya que, la Profeco sigue siendo un elefante blanco.
Nos leemos la próxima semana. Siempre y cuando Dios así lo disponga. Cuídense, no le anden buscando tres pies al gato.
