El que no se haya concretado el Frente Amplio Por México, en su versión tabasqueña, para ungir a un candidato a la gubernatura, no solo es culpa del senador perredista Juan Manuel Fócil Pérez, sino también del lidercillo del PRI, Dagoberto Lara Sedas, y por supuesto de la panista, Jemina Alonso Que.
Los tres fueron incapaces de hacer a un lado sus intereses políticos, económicos y grupales.
El caso de Fócil Pérez es más que evidente, revelador, y principalmente, vergonzoso, patético. Se erigió, sin preguntarle a las bases del partido negro y amarillo, y, mucho menos, a la sociedad civil, en el abanderado del perredé a la gubernatura.
Y no es que fueran a ganar precisamente la elección local más importante del 2 de junio de 2024, pero por lo menos pudieron haber evitado el ridículo que protagonizaron en el proceso electoral de 2018, en donde el entonces candidato de Morena y aliados, Adán Augusto López Hernández, barrió en las urnas con todos sus oponentes.
Con un buen o buena abanderada pudieron hasta convertirse en competitivos.
Solos lo va a hacer pedazos, trizas, con las manos en la cintura, el comalcalquense, Javier May Rodríguez. Y eso que no es un candidato con los mejores atributos políticos, además de que no va a contar “con el efecto andresmanuelista”, con el que muchísimos de sus correligionarios ganaron inmerecidamente en el pasado proceso electoral presidencial.
El PRD, PRI y PAN resultaron más antidemocráticos, autoritarios y fascistas de lo que es el partido vinotinto en sus praxis políticas.
La verdad sea dicha, los partidos políticos en el país, y por ende, en Tabasco, no cambian. Continúan comportándose como en los tiempos del General Plutarco Elías Calles.
El asunto es que el perredé, el institucional y el blanquiazul se “pusieron de a pechito” o, lo que es lo mismo en bandeja de plata, ya que, la decisión que irresponsable y absurdamente adoptaron los lleva derechito al matadero.
¡¡Ni Dios Padre los salva!!
Aunque, analizándolo bien, no le puede usted pedir: Peras al olmo.
Sus cerebros no da para más, por más nutrientes que coman.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
No tengo ninguna duda, de que la política Lorena Beauregard de los Santos, es de las contadas mujeredel quehacer político tabasqueño: perspicaz, valiente, hábil, sagaz, audaz, valiente, etcétera, etcétera.
Escribo esto, porque me aseguran que va a ser la candidata a la gubernatura de lo contados panistas que hay en la entidad, y si es cierto, consideró que la ex funcionaria “granierista” debería pensarlo no una, sino dos, tres y hasta cuatro veces, pues tiene más que perder que ganar.
De entrada, no tiene ninguna posibilidad de triunfar, ni de ser competitiva ni de hacer un papel decoroso.
Simple y sencillamente la van literalmente a aplastar, al grado tal, que va a perder el lugar y el respeto y la estima que merecidamente se ha ganado entre la clase política nacional y local.
En serio, que no tiene ninguna necesidad de ello, y más cuando tiene abierta las puertas de los medios de comunicación escritos, electrónicos y redes sociales.
Para qué apostar en un juego de naipes en el que de antemano está consciente de que no gana la partida ni yendo de cuclillas a pedirle el milagro al señor de Tila ni a San Judas ni a la mismísima Virgen de Guadalupe.
Honestamente no le veo sentido, al menos, claro está, que sea por dinero, pero hasta donde sé, la ex diputada federal no se está muriendo de hambre.
En fin, habrá que estar muy pendiente de la decisión que tome, ya que, hasta ahora, el rumor, no ha sido desmentido por la interesada.
