/ miércoles 22 de mayo de 2024

Tabasco político / ¿Conflicto poselectoral?

En Tabasco, considero que la judicialización del proceso electoral está muy lejos de presentarse, respecto, a la elección por la gubernatura. Ni por la alcaldía de Centro, que son localmente los dos cargos de elección popular más importante.

Tiene más probabilidades políticas que se judicialice la elección presidencial.

Para comenzar es evidente que el triunfo del candidato a la gubernatura de Morena, PT y PVEM va a ser arrollador, avasallador, contundente, definitivo.

No va a ser, como en algunas otras ocasiones, una disputa cerrada, apretada, competitiva. Javier May Rodríguez va a ganar con holgura. Literalmente, con la mano en la cintura.

Sus oponentes (léase: Lorena Beaurregard de los Santos, María Inés de la Fuente Dagdug y Juan Manuel Fócil Pérez) no van a obtener una votación masiva.

Por la simple y sencilla razón de que sus organizaciones políticas están tronadas, quebradas, desbaratadas, desahuciadas, sobre todo, el PRI y el PAN, que estatalmente, no tienen ni pies ni cabeza.

Todavía el PRD, tiene una base electoral que le sigue siendo fiel en la Chontalpa, pero que no le alcanza para ganar alguna presidencia municipal. Y mucho menos la gubernatura.

Qué pueden reclamar legalmente los adversarios del comalcalquense si éste saca en las urnas una diferencia abismal, descomunal, colosal… absolutamente nada.

Javier May Rodríguez no solo va a salir avante sin ningún problema, sino que va a superar en las urnas a su correligionario Adán Augusto López Hernández, y de paso va juntarle ese millón de votos que prometió a su par presidencial, Claudia Sheinbaum Pardo, por lo menos, eso afirman en el búnker del ex titular de Bienestar y de FONATUR.

En lo personal, lo veo muy complicado, aunque no imposible.

Y es que las condiciones políticas, sociales y económicas son muy diametralmente distintas a las del año 2018 cuando consiguió como candidato al Senado más de 809 mil 074 sufragios.

Por ejemplo, la inseguridad no había alcanzado los niveles de peligrosidad que presenta hoy.

Que quiérase o no, le van a pegar no nada más a él, sino a todos los abanderados del partido en el gobierno.

Si logra la votación que anunció con bombos y platillos, será un gobernador políticamente muy fuerte.

Esperemos entonces el desenlace de la elección que ya está, ahora sí, a la vuelta de la esquina, para saber si cumplió ambos compromisos.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Jaime Humberto Lastra Bastar no tendrá ningún problema para ganar el cuarto distrito electoral federal, su capital problema es hacer que triunfe Denis Ocampo Vargas en Emiliano Zapata, pues en contraste a lo que acontece en algunos otros municipios, aquí sí tiene a un rival de cuidado, y me refiero al abanderado de MC, Armín Marín Saury.

Que no solo no es una perita en dulce, sino que es un político con dinero para votar, y que además, tiene pacto hasta con el diablo.

Difícil pues, la encomienda que le encargaron al diputado local Lastra Bastar, que tampoco está mocho, ni nada por el estilo, ya que, al igual que Marín Saury se las sabe de todas a todas.

Pero de que se las va a ver negra, o, mejor dicho, se la está viendo, no hay duda alguna.

Ya veremos entonces: “de que cuero salen más correas”, como dice el refrán.

En Tabasco, considero que la judicialización del proceso electoral está muy lejos de presentarse, respecto, a la elección por la gubernatura. Ni por la alcaldía de Centro, que son localmente los dos cargos de elección popular más importante.

Tiene más probabilidades políticas que se judicialice la elección presidencial.

Para comenzar es evidente que el triunfo del candidato a la gubernatura de Morena, PT y PVEM va a ser arrollador, avasallador, contundente, definitivo.

No va a ser, como en algunas otras ocasiones, una disputa cerrada, apretada, competitiva. Javier May Rodríguez va a ganar con holgura. Literalmente, con la mano en la cintura.

Sus oponentes (léase: Lorena Beaurregard de los Santos, María Inés de la Fuente Dagdug y Juan Manuel Fócil Pérez) no van a obtener una votación masiva.

Por la simple y sencilla razón de que sus organizaciones políticas están tronadas, quebradas, desbaratadas, desahuciadas, sobre todo, el PRI y el PAN, que estatalmente, no tienen ni pies ni cabeza.

Todavía el PRD, tiene una base electoral que le sigue siendo fiel en la Chontalpa, pero que no le alcanza para ganar alguna presidencia municipal. Y mucho menos la gubernatura.

Qué pueden reclamar legalmente los adversarios del comalcalquense si éste saca en las urnas una diferencia abismal, descomunal, colosal… absolutamente nada.

Javier May Rodríguez no solo va a salir avante sin ningún problema, sino que va a superar en las urnas a su correligionario Adán Augusto López Hernández, y de paso va juntarle ese millón de votos que prometió a su par presidencial, Claudia Sheinbaum Pardo, por lo menos, eso afirman en el búnker del ex titular de Bienestar y de FONATUR.

En lo personal, lo veo muy complicado, aunque no imposible.

Y es que las condiciones políticas, sociales y económicas son muy diametralmente distintas a las del año 2018 cuando consiguió como candidato al Senado más de 809 mil 074 sufragios.

Por ejemplo, la inseguridad no había alcanzado los niveles de peligrosidad que presenta hoy.

Que quiérase o no, le van a pegar no nada más a él, sino a todos los abanderados del partido en el gobierno.

Si logra la votación que anunció con bombos y platillos, será un gobernador políticamente muy fuerte.

Esperemos entonces el desenlace de la elección que ya está, ahora sí, a la vuelta de la esquina, para saber si cumplió ambos compromisos.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI” (LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

Jaime Humberto Lastra Bastar no tendrá ningún problema para ganar el cuarto distrito electoral federal, su capital problema es hacer que triunfe Denis Ocampo Vargas en Emiliano Zapata, pues en contraste a lo que acontece en algunos otros municipios, aquí sí tiene a un rival de cuidado, y me refiero al abanderado de MC, Armín Marín Saury.

Que no solo no es una perita en dulce, sino que es un político con dinero para votar, y que además, tiene pacto hasta con el diablo.

Difícil pues, la encomienda que le encargaron al diputado local Lastra Bastar, que tampoco está mocho, ni nada por el estilo, ya que, al igual que Marín Saury se las sabe de todas a todas.

Pero de que se las va a ver negra, o, mejor dicho, se la está viendo, no hay duda alguna.

Ya veremos entonces: “de que cuero salen más correas”, como dice el refrán.