Por si alguien tenía alguna duda, la presencia del ex titular de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, en el evento del candidato, ahora sí con todas las de la ley, Javier May Rodríguez, a la gubernatura tabasqueña, demostró a tiros y troyanos, que los encontronazos políticos llegaron a su fin.
No más choque entre ambos. No más dimes y diretes. No más golpes bajos, no más chismes.
Fue una decisión inteligente y oportuna de uno y otro, ya que, los dos salen ganando. Se necesitaban.
El ex mandamás de Bienestar y de FONATUR, para llegar a Palacio de Gobierno sin problema alguno. Y no es porque su unción estuviera en riesgos, sino sustancialmente, para evitar un desgaste político innecesario.
Guste o no, el mandatario con licencia es la cabeza de un grupo político poderoso, influyente y con presencia en todo el estado. El cual es mejor tener de aliado político que de adversario, pues puede, si se lo proponen, ocasionar muchísimo daño.
Y más cuando decenas de los actores políticos que están en funciones en la administración estatal y municipal tienen compromiso con Adán Augusto. Le deben el cargo.
Es evidente que el Presidente de la República intervino en la negociación que por supuesto contó también con el visto bueno de la candidata presidencial. Sin el uno y el otro, quien sabe, si el dos veces ex edil de la llamada Perla de la Chontalpa, se hubiera sentado.
El dúo es la garantía de los acuerdos, que hasta ahora ha respetado escrupulosamente el comalcalquense.
Las curules federales cedidas a su gente lo confirman. Y los espacios para las alcaldías y diputaciones locales lo terminarán de subrayar incluyendo el escaño para su hermana Rosalinda López Hernández.
Lo más importante es que Javier May Rodríguez manda un mensaje, a propios y extraños, de madurez, de apertura, de inclusión, de respeto, de oficio y sensibilidad política, que va o, mejor dicho, está ayudándolo mucho para que no haya internamente más divisiones.
Adán Augusto López Hernández, simple y sencillamente es un zorro muy astuto.
Maneja los tiempos políticos con precisión.
Por algo se lo llevo el paisano a encargarse de la política interna del país.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
El rector de la UJAT, Guillermo Narváez Osorio, comenzó su segundo periodo con el pie derecho, tal y como lo inició cuando asumió por primera vez la rectoría.
De nueva cuenta salió airoso en la negociación con el Sindicato de Trabajadores Administrativos y de Intendencia de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (STAIUJAT).
De una y otra parte, hubo mucha voluntad, disposición…tanto de Narváez Osorio como de la líder Rosa Gabriela Collado.
Después de varias pláticas conciliadoras, en días pasados, los sindicalizados lograron el aumento del 4 por ciento al salario, 2 por ciento a prestaciones, 500 pesos al bono navideño, entre otros, sustanciales beneficios.
Con la que huelga anunciada quedó conjurada.
El caso es que todo mundo contento y feliz.
Otro gran acierto político del ex presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ).
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