Esto de aprender a cerrar ciclos (aunque el concepto suene algo trillado gracias a las redes y los memes), es relativamente nuevo para mí. Y eso me hizo pensar en todas las veces en mi vida que he cerrado ciclos, sin saber que eso era en realidad lo que estaba haciendo.
Definitivamente, ponerle nombre a los procesos y situaciones que se viven nos facilita identificarlos y conscientemente poder disfrutarlos o sufrirlos, lo que sea el caso.
Lo que sí quiero dejar bien claro es que, no necesariamente cuando se termina un año, deba ser obligatorio hacer el recuento de los daños (o de los éxitos) y demás. Creo que durante el año, varios ciclos terminan y otros comienzan, sin querer queriendo, ya que la vida misma es así, cambios interminables que suceden, para bien o para mal; dependiendo de cómo los quieras ver.
Pero sí en esta ocasión, quiero poder contestar junto con ustedes queridos lectores algunas de las preguntas que nos ayudan a hacer el recuento, corte de caja, cerrar ciclos, ya que nunca está de más agradecer, apreciar, aceptar y soltar el pasado, que en este caso fue es el año 2023.
Los invito a contestar, sí así lo quieren hacer.
Delia, ¿Cuál fue la mejor parte del año?
La verdad hubo más de una, pero si tengo que escoger, sería haber tenido la oportunidad de seguir construyendo un buen amor.
Y poder correr con mi hijo menor, nuestra primer carrerita dominguera de 6K.
Delia, ¿qué aprendiste ó entendiste en este año?
A no tomar tan en serio la opinión de los demás, y a aceptar/validar mis sentimientos, decisiones y criterios.
Y estas dos reglas de vida, maravillosas!!!:
“Lo que empiezo, lo acabo” y” lo que he dicho que haría, lo haré”.
Delia, ¿Qué oíste y/o leíste que te haya beneficiado?
La llamada telefónica de una tía muy querida, invitándome a un taller de oración. Creo que esa llamada ha sido sin duda de las mejores que he recibido, y haber asistido a ese taller, me llenó mi alma y mi espíritu de nuevo.
Agradezco a Dios, por haberme puesto en la mente y el corazón de mi tía, para hacerme ese llamado.
Delia ¿En qué meta valiosa para tí, avanzaste?
El poder hablar en público, aprender a negociar y tener actitudes emprendedoras.
¿Qué hábito positivo practicaste?
Meditar y orar.
¿Qué hábito negativo evité?
Uy, jaja! Ahí sí que está difícil, pero paso a paso voy dejando el mal hábito de fumar. Que por cierto, fue una de las cosas malas que me dejó la pandemia.
Estas son sólo algunas de las preguntas que puedes hacerte para reflexionar e ir haciendo el recuento del año.
Recordemos, que el chiste de todo esto es, poder crecer, avanzar, madurar aprendiendo de nuestras experiencias responsablemente.
Otras cosas que puedes hacer es, limpiar y desechar de cosas que no uses en tu trabajo, en tu casa, así como de emociones, sentimientos y personas que no sumen ni aporten nada positivo.
Siéntate a planear el próximo año, piensa en cosas que quieras hacer, y traza tu plan de acción, realista, medible, con fecha de inicio y de terminación.
Y otra cosa muy importante por hacer, es dejar atrás también los pensamientos que nos persiguen, como por ejemplo: “todo aquello que fui y no debía haber sido; todo aquello que hice y no debiera haberlo hecho; todo aquello que dije y no debía haberlo dicho… aquellas personas que me hicieron daño, las primeras enemistades, aquel fracaso y el otro que fue el peor de mi vida; aquella equivocación que después lamenté tanto, aquellos proyectos que se fueron al suelo y ya sé por culpa de quién, aquellos ideales que no pude realizar… ”.
La vida es un cambio constante y eso es maravilloso. Para pasar página hay que ser un poco radical, pero el premio es una vida más feliz. Cada etapa cierra una puerta, pero abre otra. Se trata de la renovación constante de la vida. Si lo anterior fue bueno, te aseguro que te espera algo todavía mejor. El pasado, pasado está.Todo lo anterior que quede siempre olvidado y borrado, y como niño recién nacido, comenzar a caminar libre, feliz y ante todo agradecido.
Gracias por leerme! Nos vemos en el 2024
