Después de algún tiempo de no saludarles por este medio, he decidido a retomar esta y muchas de las cosas que veníamos haciendo de antes de las campañas e incluso de antes de la política, pero eso, es otra historia. Han pasado más de quince días de la elección más perversa, alevosa, corrupta e infame de la que no se tenía memoria en la era moderna; el régimen actual, se convirtió en hábil protagonista para traer a tiempos actuales la sombra tenebrosa de los fraudes electorales.
En estas fechas, los medios oficiales difunden con vítores la noticia de que Yolanda Osuna Huerta fue la candidata que tuvo el mayor porcentaje de votación entre los candidatos de Morena a alcaldías en todo el país y la cuarta entre los aspirantes de los diferentes partidos, imagínense el tamaño de la hazaña del régimen en turno, la candidata menos conocida, fue la mas votada en Tabasco y la cuarta a nivel nacional, hay que ser muy desvergonzados y cínicos para primero poner en operación todo el aparato del estado y robar una elección y en segundo presumirla.
Para tener algo mas de contexto sobre la elección pasada, el Tribunal Electoral de Tabasco informó que en las elecciones del 2018 se presentaron 25 impugnaciones y ahora en el 2021, se promovieron alrededor de 50, es decir las impugnaciones se duplicaron entre un proceso y otro. Con la 4T la judicialización de los procesos electorales creció un 100% de ese tamaño es la inconformidad, si esto sigue así en unos años tendremos conflictos post electorales serios, en contra parte ellos cada vez avanzan mas en la militarización de México.
Las elecciones se llevaron al eventual y endeble semáforo verde y de manera inmediata paso al semáforo naranja, hemos dicho desde hace algún tiempo que los semáforos no atienden a ninguna causa técnica sino mas bien política como todo lo que ocurre durante este régimen, la ciencia y la tecnología son replegadas por desiciones políticas.
El signo de estos tiempos es muy oscuro, el que trae consigo la 4T se trata de no respetar nada, ni a nadie, el de la corrupción, la imposición, la consigna, el autoritarismo.
Desde hace muchos días los clasemedieros aspiracionistas ocupan las mañaneras del mandatario nacional de cuyo nombre prefiero no acordarme. No ha bastado la lucha entre fifis y chairos, ente ricos y pobres, ahora también la clase media alcanza su furia, su enojo, sus dedicatorias. Y todo por qué? —bastante burdo, pero sencillo de entender: simplemente no votaron por Morena y pónganle la acentuación en uno de los bastiones históricos de la izquierda: la populosa Ciudad de México.
El inicio de la carrera presidencial ha comenzado, el régimen gobernante va a apresurar El Paso, sin embargo tendrá que pensar en como sortear un congreso mas equilibrado, que debe ser un contrapeso inteligente a fin de que el rumbo del país se corrija y se dirija hacia rumbos de mayores oportunidades para todos.
Por último, la “implacable” zar anticorrupción, que pasará a la historia por no haber hecho absolutamente nada en contra de la corrupción galopante del gobierno del propio Presidente. Manoteó la candidatura de Félix Salgado Macedonio, al igual que su esposo Jhon Ackerman, ambos beneficiarios de la 4T dueños de múltiples casas, signos de la bonanza del actual gobierno, cometieron el error de desafiar la designación del dedo presidencial.
