La angustia por los problemas económicos ocasiona que muchas veces, las personas caigan en tal desesperación que tomen fatales decisiones y terminen escapando por la puerta falsa, llevándose consigo a inocentes.
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Tal es el caso ocurrido en la ciudad de Villahermosa, Tabasco, en noviembre del 2015, cuando una mujer avecinada en la colonia Pancho Villa de Ciudad Industrial, con la angustia y desesperación de verse endeudada, decide poner fin a su vida y a la de su pequeño hijo de apenas dos años de edad.
La mujer, identificada como Juanita, acabó con la vida de su vástago asfixiándolo con una almohada; posterior a ello, tomó una soga, la cual amarró de una viga, y la colocó en su cuello, acabando así con su existencia.
El macabro hallazgo de los dos cadáveres lo hizo su esposo, Isidro, al volver a su hogar después del trabajo como cada día. La escena en el dormitorio era dantesca; primero dio cuenta del cuerpo de su mujer colgando de la soga, a quien intentó reanimar, sin embargo no había nada que hacer. Juanita había fallecido.
Al voltear a la cama, se percató de que su bebé, Richi, también estaba muerto, envuelto en una sábana blanca. Junto a los cadáveres fue encontrada una carta póstuma, escrita por puño y letra de Juanita, en donde explicaba el motivo de su fatal determinación.
“Perdóname Isidro por lo ke boy hacer pero estoy de nuevo endeudada, me llevo a Richi conmigo porque tu no lo vas a poder cuidar dile a Josue que me perdone y degalo con su familia cuida a Juán (sic)“, escribió la mujer en una hoja de libreta cuadriculada.
El hecho consternó a los lugareños, quienes no daban crédito a lo ocurrido. Elementos de la policía acudieron al lugar a realizar las diligencias correspondientes, en tanto la familia de los occisos guardaron hermetismo.