Las decapitaciones son crímenes atroces, los casos más recientes son las cabezas dejadas en una instalación militar en Cancún, Quintana Roo, y que correspondían a tabasqueños, sin embargo, estas ejecuciones también han sucedido en Tabasco.
Los casos aquí expuestos muestran que la inseguridad en el estado tiene diferentes caras, una de ellas son los cuerpos descabezados de personas que antes de morir sufrieron la tortura. Un delegado, un empresario y cuerpos sin identificar son los hechos que a continuación se muestran; en todos ellos, la violencia y la saña son la evidencia de la crueldad que hay en los ejecutores.
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Asesinado por una denuncia
El primer caso ocurrió el 21 de mayo de 2007. Denunciar a una banda de sicarios y secuestradores le costó la vida a Terencio “N”, quien aparte de comerciante, era el delegado del Cedro, Nacajuca. Alertar a las autoridades que en la zona había unos criminales peligrosos, permitió capturarlos el 21 abril de ese año. Los encargados de la Seguridad Pública dieron un duro golpe a la delincuencia organizada, pero esa victoria, significó la sentencia de muerte del ciudadano.
Tras comunicarse el delegado con los agentes sobre la existencia de la cédula delictiva, se montó un operativo por parte de fuerzas federales y estatales que logaron desmantelar una casa de seguridad en el poblado nacajuquense. Entre lo decomisado se encontraban armas de alto poder, autos blindados, casi un millón de pesos y playeras con el logotipo de la entonces Agencia Federal de Investigación (AFI).
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Era evidente que habían logrado la captura de gente peligrosa, sin embargo, desde ese momento la suerte de Terencio ya estaba echada, y un mes después un comando armado entró a la tienda de abarrotes del representante de la comunidad y lo sacó con lujo de violencia.
Un día después, el 21 de mayo, fue reportado un cuerpo decapitado en la carretera Villahermosa-Cárdenas, a un costado del basurero conocido como Loma de Caballo. Los exámenes periciales llegaron a una atroz conclusión, que la cabeza del hombre se la cortaron cuando estaba con vida, y después los dedos de ambas manos fueron cercenados.
La escena era complementada con un mensaje: “Por hacer una llamada anónima a las autoridades me pasó esto y ellos mismos me pusieron el dedo”. Pese a la violencia con que mataron al comerciante, su cuerpo no presentaba huellas de tortura. De esta forma, acabó sus días un ciudadano que libró a la sociedad de sujetos peligrosos.
Matan a empresario y dejan cabeza en un periódico
Dos casos más ocurrieron en 2008, en junio y septiembre, los días 1 y 7, respectivamente. El primero fue una cabeza que fue dejada a la entrada de un periódico y el segundo, el secuestro de un empresario que terminó muerto. La madruga del primer día del sexto mes del año, un cuerpo fue encontrado en la carretera Villahermosa-Cárdenas, a la altura de la ranchería Anacleto Canabal. Junto al cadáver, un mensaje en una cartulina: “Esto le va a pasar a los que andan poniendo dedo. El Ejército no les va a ayudar…”.
Horas después, aún de noche, reportaron una cabeza tirada a las puertas de un periódico que se ubicaba en la Avenida Adolfo Ruiz Cortines junto a un hotel. De la misma manera que en el primer hallazgo había un mensaje, la única que este tenía una palabra: ‘Director’.
En septiembre, en Ciudad Industrial fue hallado un cuerpo, las primeras horas la entonces Procuraduría General de Justicia (PGJ) no sabía la identidad del occiso, pero con el pasar del tiempo se logró identificarlo. Fernando “N”, un empresario, propietario de un bar y casas de empeño, fue levantado por un comando armado, y no se supo de él hasta encontrar su cadáver con huellas de tortura y decapitado.
Cabe mencionar que días previos se colocaron mensajes amenazadores en distintos puntos del estado, en donde se realizaría la sesión del Consejo Estatal de Seguridad Pública, y de cuya reunión se anunciarían las medidas para combatir la inseguridad en la entidad.
Dejaron su cuerpo entre Huimanguillo y Cárdenas
Entre los poblados C-33 y C-34, de Cárdenas y Huimanguillo, respectivamente, se encontró un cuerpo con huellas de tortura y a pocos metros su cabeza. A las 10:30 de la noche del 9 de abril de 2021, la Policía Municipal de Huimanguillo fue alertada por pobladores que en un camino de terracería que conduce a un pozo petrolero estaba un cadáver sobre una lona verde.
Ambos poblados con números consecutivos eran la línea divisoria entre las demarcaciones. En esa región fue el hallazgo que causó temor entre los lugareños. La brutalidad de la ejecución era evidente; el descabezado se encontraba en una lona y sobre una cartulina color blanco, la parte superior del cuerpo, y en el pedazo de cartón un mensaje que rezaba: “Esto me pasó por andar metiéndome en tramo ajeno…” Al final, los peritos realizaron el trabajo que le corresponde y los restos fueron traslados al Servicio Médico Forense (Semefo).
Lo hallaron con un mensaje de advertencia
Semanas después (el 23 de mayo) otro ejecutado en las mismas condiciones que el caso anterior, fue reportado a las autoridades. Ahora, la escena del crimen era en el poblado C-29 de Cárdenas. De nueva cuenta, un mensaje amenazador en el lugar, el cual fue acordonado (procedimiento de rutina en estas cuestiones) por los azules. Los miembros de la Fiscalía llegaron para realizar el trabajo pericial correspondiente, en forma paralela, la Policía y la Guardia Nacional montaron un operativo para localizar a los perpetradores, sin embargo, no dio resultado.
Ejecutado el primer día del año
Apenas habían transcurrido las primeras 10 horas del 2023 cuando un hombre fue encontrado sin cabeza en el poblado C-28 de Cárdenas. Los habitantes reportaron a la Policía Municipal de Cárdenas el hallazgo. Los agentes al llegar acordonaron la zona, al realizar sus investigaciones, previas a la que harían los elementos de la FGE, encontraron que el muerto tenía impactos de bala.
Al arribar los forenses realizaron el trabajo correspondiente, tomaron fotos y los datos, que permitirían iniciar la investigación. Como procede, el cadáver fue trasladado a la morgue.