La reforma a la Ley de Pensiones aprobada en diciembre del año pasado, trajo beneficios para las personas que se incorporaron al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) bajo la ley de 1997.
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Y es que con los cambios, las personas que tienen 60 años cumplidos y 750 semanas cotizadas en el Seguro Social, ya podrán jubilarse.
Cabe destacar que hasta el año pasado, para solicitar la jubilación a los 60 años en el IMSS, era necesario tener por lo menos 1250 semanas cotizadas.
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Cabe desecar que estos cambios no aplicarán para los trabajadores que se incorporaron a la ley anterior, de 1973, pues a este grupo solamente se le piden 500 semanas cotizadas.
La ley contempla que el mínimo de semanas obligatorias para jubilarse crezca paulatinamente hasta llegar a un tope en el 2031.
Para ese año se exigirá haber cotizado durante 1000 semanas.
Otro de los cambios importantes de la reforma consiste en incrementar la aportación de los trabajadores, la cual pasaría de 6.5% a 15%, este cambio aplicaría a partir del 2023.
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Establece que la aportación de los trabajadores se mantendrá; la aportación patronal quedará en 13.87%; mientras que la aportación del Estado sólo beneficiaría a trabajadores de menores ingresos.
Y por último se prevé un aumento en el monto de la pensión, para ello se reformó el artículo 170, que establece que actualmente la cantidad máxima es de hasta $3 mil 289 pesos, esto cambiaría con la reducción de semanas cotizadas y se actualizaría cada año dependiendo del Índice de Precios del Consumidor