- Roque Villanueva anuncia compromiso de Washington
Bertha Becerra
El Gobierno de Estados Unidos no mandará deportados de otrasnacionalidades a la frontera con nuestro país, como se dijo en unmomento en la nueva administración del presidente DonaldTrump.
“Que van a ser respetuosísimos, que entienden la ley mexicanay respeto al derecho internacional y que no habrá deportadosdistintos a los mexicanos que puedan ser devueltos a nuestropaís”, confirmó el comisionado de la Oficina de Aduanas yProtección Fronteriza de Estados Unidos al subsecretario dePoblación, Migración y Asuntos Religiosos, Humberto RoqueVillanueva.
“México no puede ni debe recibir a ningún deportado que nosea mexicano”, subrayó el subsecretario de Gobernación. Hubo unmomento en que se dijo por parte de Estados Unidos: “ni modo, vana regresar por el país que entraron”.
Manifestó que el comisionado de Aduanas y ProtecciónFronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), Kevin K. McAleenan,así se lo hizo saber en un encuentro en la Ciudad de México.
Refirió, “el general John Kelly (secretario de SeguridadNacional) lo manifestó en una primera instancia saliendo de unareunión en Guatemala. Pero como fue un declaración un poco“banquetera”, aunque se tomó con la seriedad que correspondeporque era una buena noticia, anteayer lo reconfirmó el señorcomisionado del CBP, en una reunión en la Ciudad de México, deque no enviarán a México a ningún deportado de otrasnacionalidades en la frontera norte del país”.
Con las últimas cifras de las repatriaciones –hasta el 22 demarzo-, que se dieron a conocer en este encuentro de trabajo entrefuncionarios de México y Estados Unidos en materia de migración,informó que “sí ha disminuido un poco el flujo de migrantes deCentroamérica a Estados Unidos”.
“Sí ha pegado, sí ha funcionado la estrategia del presidenteDonald Trump de inhibir las migraciones centroamericanas haciaEstados Unidos”, precisó.
Confirmó que también los flujos de mexicanos han disminuido;“pero eso ya era una tendencia desde 2010, mientras que en elcaso de los centroamericanos era al revés, cada año eranmás”.
De repente, en este comienzo de año, sí se redujeron losflujos de carácter centroamericano. Las migraciones de México detodas maneras ya venían a la baja.
Desde la tranquilidad de su despacho de trabajo, elsubsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiososprecisa: “por razones distintas, que nadie puede totalmentegarantizar una sola causa, pero ahorita, nuestro saldo migratoriocon respecto a Estados Unidos es a favor de México. Es decir, sonmás los que regresan por la vía obligada que es la repatriación,más la vía voluntaria, que los que se están yendo.
Respecto a las cifras, informó que en 2016: “nos retornaronde manera obligada 219 mil mexicanos. Se estima que alrededor de 90mil mexicanos regresan de manera voluntaria y se están yendoalrededor de entre 80 mil a 90 mil al año. El saldo es afavor.
Sobre las causas de la disminución del flujo migratorio,recordó que en las dos administraciones del presidente Obama hubouna etapa muy dura que fue en 2009, “en que alcanzamos un tope decerca de 600 mil deportados en un solo año. La razón fue lacrisis que se inició en 2008, cuando ocurrió la famosa crisishipotecaria, cuando se cayó la industria de la construcción, laconstrucción de casas de manera terrible en la Unión Americana.Fue en este año que sí hubo una gran deportación demexicanos”.
En ese contexto refirió: “creemos nosotros, y en parte laautoridad norteamericana también así lo cree, que el presidenteBarack Obama intentó una reforma migratoria en la cual lo únicoque se consiguió fue el famoso programa DACA para losdreamers”.
“Lo otro no se pudo lograr, no tanto por la falta de voluntaddel presidente Obama sino porque no estaban las condiciones dadasen el Congreso; pero el hecho es, eso lo dicen analistasnorteamericanos -no necesariamente del Gobierno-, que Obama quisoganarse la voluntad del sector republicano del Congreso siendo muyduro en los primeros años, como diciendo: miren, quiero unareforma migratoria, pero no la estoy pidiendo de gratis, primerovoy a poner orden.”
Y coincide con la crisis económica del 2008. “Es muy difícildistinguir una cosa de la otra”, precisó.
En el curso de la entrevista refiere que de entonces a la fechaempezó a bajar la migración mexicana hacia Estados Unidos. De 600mil deportados bajó la curva a 469 mil, a 405 mil, a 242 mil ytantos y en este 2017, hasta el 22 de marzo, son 33 mil 201 losmexicanos repatriados.
Sobre el proceso de repatriaciones, recordó que en 2014 selogró un gran acuerdo entre el secretario de Gobernación, MiguelÁngel Osorio Chong y el entonces secretario de Seguridad Internade Estados Unidos, Jeh Johnson, que permitió que las deportacionesde los mexicanos fueran solo en 11 puntos terrestres en la franjafronteriza, más el Aeropuerto Internacional de la Ciudad deMéxico.
RESPETO ESCRUPULOSO DEL ACUERDO
Precisa, “se ha respetado escrupulosamente el acuerdo. Estos11 sitios fronterizos a donde llegan los connacionales a lo largode la línea fronteriza son ciudades grandes, las más importantes.Es decir, se logró tener 11 puntos geográficos específicos yrespetados. Además, se logró que el horario fuera el normal, elde cualquier oficina, con algunas variantes”.
Manifestó que “hay una comunicación casi perfecta entre laOficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos y elInstituto Nacional de Migración. A los connacionales se lesretorna bien identificados, tanto por la parte americana como lamexicana”.
En el caso de los centroamericanos reconoció que siempre hahabido una sutil duda sobre si México lo hace porque lo obligaEstados Unidos o si lo hace porque aparte de que su obligaciónlegal contribuye con esto a darle seguridad, certeza y orden alflujo migratorio.
Y precisa: Tan México no tiene ninguna actitud contraria oadversa contra los nacionales de los países centroamericanos quetiene dos instrumentos de carácter legal que les permiten cuandomenos estar en territorio nacional determinados días.
Hay dos tarjetas: de trabajador fronterizo y otra de visitanteregional. Ambas han tenido mucho éxito.
Recordó que en Chiapas se requiere de la mano de obra de estosmigrantes centroamericanos. “Hay una complementaciónadecuada”, indica.
Confía además: “Se ha extendido la posibilidad de quebeliceños y guatemaltecos puedan trasladarse a cuatro estadosfronterizos mexicanos: Chiapas, Tabasco, Campeche y Quintana Roo.Esto les da una gran flexibilidad en su trato fronterizo. Elcentroamericano, el que no tiene intenciones de irse a EstadosUnidos, el que viene de negocio, de paseo quiere tener acceso aMéxico, de manera legal”.
Y lo puede hacer a través de estos dos instrumentos y con lacaracterística de que se ha ido extendiendo el lapso que puedepermanecer en territorio nacional, sin tener que regresar a supaís y volver a entrar. La validez es por un año, pero no puedenestar más de 10 días seguidos.
Dentro de este programa se han emitido en lo que va de este año15 mil 298 tarjetas de visitante regional y tres mil 026 detrabajador fronterizo.
El año pasado se entregaron 94 mil 502 de visitante regional y15 mil 499 de trabajador fronterizo.
Respecto a la reunión en la que participará Estados Unidos yMéxico, en breve para abordar un programa para impulsar eldesarrollo en el Triángulo Norte, el subsecretario RoqueVillanueva, comentó:
“México tiene una gran experiencia en la forma en que secontempla la realidad centroamericana porque tiene mucho decontacto con nuestra realidad en el sur. Los programas que han sidoexitosos pueden ser perfectamente trasladados a esos paísescentroamericanos.
De hecho, México tiene un programa especial para su fronterasur y que no tiene nada que ver con la contención migratoria y sítiene que ver con la posibilidad de que haya mejores condiciones devida en los 21 municipios de la frontera sur en Chiapas, Tabasco,Campeche y Quintana Roo”.
Entonces, México sí puede contribuir con mucho, tiene muybuena relación con los tres países del Triángulo Norte:Guatemala, Honduras y El Salvador.” Esa es la verdad y puedeaportar la experiencia que tenemos con los estados del sureste.Algunas muy exitosas, otras no tanto, pero que serán útiles parael diseño de programas de apoyo a estos paísescentroamericanos”.
Consideró que el desarrollo es la llave, la puerta de entradaal progreso. “Ese es el camino de a de veras para disminuir losflujos migratorios. Lo demás, con todo respeto, son medidas decontención que son necesarias. Nadie desea procesos migratoriosdesordenados, caóticos e inseguros. Inseguros para el migrante;inseguros para los países de tránsito; inseguros para los paísesreceptores y finalmente inseguros para los que vienen atrás,porque en la medida que se sienta un mal precedente por un grupo demigrantes que no estén en una actitud ordenada, éstos cancelan laposibilidad del resto que quieran llegar de manera asegurada.
Afirmó que México no tiene una restricción racista hacianingún país para poder favorecer su inmigración legal.“Existen todas las formas y todas las características propiaspara recibir extranjeros de todas partes del mundo, siempre ycuando se cubran las obligaciones de carácter migratorio”, dijoel subsecretario Humberto Roque Villanueva.
