Como auténtico campo minado se encuentra el tramo de periférico Carlos Pellicer Cámara, a la altura de las instalaciones del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP).
Y es que no hay modo que se concluyan los trabajos de pavimentación a cargo del ayuntamiento de Centro en esta zona.
Son alrededor de dos kilómetros de lodazal que tienen que soportar a diario, en ambos sentidos, cientos de automovilistas para desplazarse a sus centros de trabajo o llevar a los niños a la escuela.
¿Qué ocasionan los trabajos en el periférico Carlos Pellicer?
Estos tienen que circular prácticamente a vuelta de ruedas, lo que a su vez significa perder mucho del valioso tiempo que deberían emplear en atender sus asuntos.
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Además del riesgo que significa la posibilidad de sufrir un accidente, sufrir lesiones e incluso perder la vida, sus unidades motrices están propensas a sufrir una avería.
Aunado a ello la falta de señalamientos en esta obra, para prevenir una colisión entre dos o más vehículos.
Pareciera un chiste para las autoridades del municipio iniciar proyectos de esta naturaleza en plena temporada que, por esta misma causa, se ven aplazados.
Imágenes captadas por esta casa editorial mostraron las condiciones en que se encuentra la zona, donde los conductores se exponen a un accidente.
