Padres de familia y alumnos de la Escuela Telesecundaria José Asunción Alamilla Alcudia, ubicada en el fraccionamiento ISSET de la Villa Ocuiltzapotlán, urgieron el apoyo de la Secretaría de Educación, así como de autoridades estatales y federales, ya que en 20 años que lleva operando no ha recibido ningún tipo de beneficio de programas sociales y educativos.
Esto debido a que no cuenta con escritura pública, lo que les ha generado una serie de problemas, en donde destaca la ausencia de una barda perimetral, situación que expone a los 105 alumnos que ahí estudian a ser abordados por personas extrañas.
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De hecho el año pasado se suscitaron dos incidentes de inseguridad por personas que entraron, una de ellas a acosar a una alumna y otra a agredir a un estudiante.
“No tenemos una escritura pública y por ende no somos beneficiado por ningún problema federal estatal o municipal”, señaló José Manuel Michel, tesorero de la asociación de padres de familia.
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Marisol Reyes Ávalos presidenta de la asociación de padres de familia y Viviana del Carmen Pérez, vocal, indicaron que han hecho numerosas gestiones pero no los toman en cuenta.
“Carecemos de una barda perimetral que le permita y le de seguridad a los alumnos que están expuestos a que una persona los someta y les cause daños; el año pasado tuvimos 2 hechos donde una persona se metió y jaloneó a uno de los muchachos y otro sujeto acosó a una alumna y la siguió hasta el parque”, afirmó el tesorero de la asociación.
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Mencionó que en la escuela estudian 105 alumnos divididos en 9 grupos, que son atendidos por igual número de maestros, además de dos profesoras de educación inclusiva.
La escuela, fue construida en el 2003 en uno de los muchos sectores lagunares que hay en el estado, y que colinda con otra calle del mismo fraccionamiento.
Sin embargo, carece de una protección que impida el acceso de personas ajenas al plantel, quienes ya han delinquido e incluso acosado al alumnado, poniendo en peligro su integridad.
Aunado a ello, en la parte trasera de la institución hay una laguna en la cual se tiene la presencia de cocodrilos, lo que representa un riesgo latente para los estudiantes.
Como medida preventiva, padres y maestros han colocado letreros de advertencia, pero eso no es suficiente.
Además, el techado que fue construido con dinero propio hace algunos años ya se encuentra deteriorado.
Ante esta problemática, los tutores han recurrido a las autoridades competentes solicitando su apoyo para darle solución, sin encontrar respuesta.
Hay temor entre los alumnos
Esta situación ha empezado a generar zozobra entre los alumnos, por la inseguridad a la que están expuestos por no contar con una barda perimetral.
“Tenemos miedo porque cualquiera se puede meter y no tenemos protección, no hay barda y nos pueden hacer daño”, señaló Maximiliano Lanestosa Frías, alumno de segundo grado.
Indicó que esta situación les genera un constante temor de acudir a la escuela.
Por su parte, Frida Sofía Melchor Garcia, de segundo grado, dijo que teme ser víctima de alguna situación.
“Me siento insegura porque no hay barda y cualquier persona y puede robarnos o puede hacer lo que le plazca si no hay alguna protección”, afirmó.
En tanto que Bruno Alejandro Pérez Alvarez, estudiante de tercer grado, coincidió con sus compañeros en que es necesario que les den respuesta a sus demandas.
“Por falta de barda vivimos con algunas inseguridades, hay casos que se han suscitado como gente que ha entrado a incitarnos al mundo de las drogas y el alcohol”, destacó.
Señaló que es benéfico que los padres de familia estén gestionando ante las autoridades una respuesta a sus planteamientos.
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“Además estamos a un costado de la laguna y se vuelve una zona de riesgo porque pueden subir caimanes, lagartos nahuyacas, etcétera”, enfatizó.
Por su fuera poco los alumnos tienen que salir de la escuela para sus actividades de educación física.
“No tenemos área verde para hacer actividades deportivas, por lo que tenemos que salir a la cancha que está afuera”, agregó.
Debido a ello solicitan la intervención tanto de las autoridades educativas como del ayuntamiento y el propio gobierno estatal a fin de que se les de certeza jurídica otorgándoles la escritura correspondiente para poder ser beneficiada con los programas federales y estatales.
