Una pareja en su boda por la iglesia anexó a su vestimenta mascarillas y cubrebocas; el enlace se realizó en la iglesia de la Santa Cruz, en Villahermosa, donde los contrayentes, Marcela y Miguel, reconocieron que organizaron con cierto temor el evento, debido a la crisis sanitaria.
Lee más: “No sólo hay peluches”; tabasqueño ofrece sus cuadros en este Día del Amor
Y es que contraer matrimonio ha sido siempre un paso muy difícil pero importante para cualquier persona, sin embargo, en estos tiempos de pandemia por Covid-19 resulta por demás complicado, sobre todo si se trata de un matrimonio por la iglesia.
Debido a las medidas restrictivas por la emergencia sanitaria, que ha obligado a los contrayentes no sólo a disminuir su lista de invitados o hacer su recepción de bodas más pequeña, sino hasta el grado de anexar a su vestimenta dos prendas nuevas: Mascarillas faciales y cubrebocas.
Esto fue lo que usaron este fin de semana Miguel y Marcela al formalizar su unión ante Dios, en lo que para ellos fueron las vísperas de la celebración de San Valentín.
La boda religiosa tuvo lugar en la iglesia de la Santa Cruz, en el centro de Villahermosa, lugar escogido por los novios para darse el “sí” ante una escasa concurrencia conformada por familiares y amigos.
Nerviosos, como todos los que pasan por esta situación, confiesan que la boda se organizó con miedo debido a las restricciones sanitarias por Covid-19 y el regreso a semáforo epidemiológico a color amarillo en la entidad.
Lo que los obligó a reducir al máximo su lista de padrinos y por supuesto de invitados, ya que en tiempos normales hubieran querido hacerlo en un salón o en una quinta.
Además, la joven tuvo que agregar a su ajuar de novia una mascarilla para protegerse de un posible contagio, en tanto que su novio se vio obligado a portar cubrebocas.
Aunque como fondo para ingresar a la iglesia tuvieron el Ave María, en esta ocasión no se vio una gran afluencia de personas, y las damas de honor sólo fueron 3, pero aun así la pareja de jóvenes enamorados pudo finalmente hacer posible su sueño de convertirse en marido y mujer, mediante la realización de su boda, práctica que ahora con la pandemia ha tenido que ir modificándose pero sin perder su esencia e importancia.