"¿Eres mayor de 18 años? Nuestras chicas infieles necesitan sexo. ¿Puedes ser discreto? Las chicas de este sitio sólo están interesadas en follar, no en una relación. ¿Estás de acuerdo con esta solicitud? Bienvenido a Contactos Rápidos". Así inicia un proceso de inscripción virtual para, luego de cumplidos ciertos requisitos, ingresar a un catálogo de mujeres y hombres con perfiles aparentemente "compatibles" con el del aspirante, oferta que tiene la finalidad de acordar sostener relaciones sexuales.
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Es preciso destacar que la página ofrece muy pocas garantías de seguridad para la protección de los datos digitales del suscriptor, y que podría prestarse para otras prácticas susceptibles de ser sujeto de delitos, como la trata de personas y la prostitución. Pero esto no desalienta a las decenas de personas que a diario hacen click con la esperanza de encontrar con quién dar rienda suelta a sus fantasías.
Esta, es tan sólo una de las muchas páginas de Internet que funcionan en Tabasco como una red de enlace entre personas que buscan una pareja con quien acostarse "sin compromisos", práctica que se incrementó con la llegada de la pandemia por Covid-19, y que se popularizó en las redes sociales, ya sea para obtener sexo, pagado o no.
Para cualquiera que desee sumergirse en este submundo, en el que la virtualidad es sólo la boya que indica cuando el viajero se encuentra al borde de aguas abiertas y turbulentas, es preciso conocer, al menos en parte, el argot de cada práctica específica. Entre las muchas palabras que encontrará en su camino, algunas ya perfectamente incorporadas al habla común, se encuentran "pack", "nudes", "swingers", "hotchat", "camgirl", "fetiches", "parafilias", "Bicurios@", "fullswap", "bukkake", "hotwife", "Cuckold, "cuckenaning", y un largo etcétera que requeriría un extenso y sofisticado glosario para detallarlas.
Sin embargo, en Villahermosa, ya sea que su modo de aproximación al mundo del "sexo tabú" sea a través de las redes sociales, o en los bares que desde los decretos emitidos en 2020 debido a la pandemia y que no obstante siguen funcionando en la clandestinidad, o bien acudiendo a la famosa calle de "Prostitución" (Constitución) en el primer cuadro de la la ciudad, harán falta otros requisitos: entre ellos, una más o menos bien dotada... billetera.
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Y uno más: muchas agallas, ya que, suponiendo que el prospecto no teme contagiarse de Covid-19, se encuentra acechante el también extenso catálogo de enfermedades venéreas, las cuales se vienen incrementando dramáticamente en el estado.
Y es que, del año 2018 al 2020, el número de personas a las que se les diagnosticó alguna enfermedad de transmisión sexual, se ha disparado. En respuesta a una solicitud de información realizada por El Heraldo de Tabasco, las autoridades de Salud detallan que la cifra pasó de 2 mil 18 casos en 2018 a 7 mil 289 durante el año 2020, cuando se confinó a la población a causa de la pandemia del Coronavirus. Como contexto, podemos apuntar que durante el 2019 se registraron 5 mil 413 personas enfermas por esta causa.
Las enfermedades registradas en los Hospitales del estado van desde las verrugas anogenitales, el VIH, la faringitis gonocócica, clamidias, el herpes simple y la sífilis precoz, entre otras que no parecen desalentar a los fervientes aventureros y aventureras del sexo clandestino.
LA INDUSTRIA NOCTURNA Y DEL SEXO... EN EL LIMBO
La vida nocturna en Tabasco continúa en el "limbo" desde que en el 2020, la Secretaría de Finanzas, a través de la Dirección de Licencias e Inspecciones limitara las operaciones en clubes deportivos, de desarrollo turístico y recreativo, hoteles, moteles, restaurantes y restaurante-bar de Tabasco, para frenar los contagios "hasta que el semáforo epidemiológico se ubique de nuevo en verde".
La medida afectó a table dances, bares, cantinas, antros y otros giros relacionados que quedaron inmóviles, dejando sin ingresos a la mayoría de los trabajadores de la vida nocturna: bailarinas, sexoservidoras, bartenders, meseros, taxistas, etc.
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Curiosamente, los decretos promulgados por el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, lo único que propiciaron fue la proliferación del clandestinaje en la venta de alcohol. Y si las prácticas sexuales donde había intercambio monetario de por medio de por sí ya estaban proscritas, estas sólo se adaptaron para sobrevivir.
"Dejamos de bailar y de hacer salidas reales, porque el table estaba cerrado y hasta los moteles se restringieron", dice "Mara", bailarina y sexoservidora ocasional originaria de Agua Dulce, Veracruz, pero avecindada en Tabasco desde hace al menos tres años. "Entonces comenzamos a vender los packs (fotos de desnudos) por twitter y Whats App. No resultó tan mal negocio, pero no es lo mismo", señala.
Hasta la fecha, además de vender sus fotos y videos en 150 y hasta 200 pesos, presta sus servicios sexuales a domicilio, apoyada por un taxista que además de trasladarla, hace las veces de guardaespaldas. "Pero el maldecido covi nos ha dado duro, es apenas en recientes fechas que medio nos estamos recuperando", dice la veracruzana de 34 años.
"El que cerraran los antros es tan perjudicial como que hayan cerrado las escuelas", señala Adalberto N, taxista, quien tiene que rentar placas para poder subsistir. "Pero así como se han cerrado algunas puertas, otras se han abierto", dice. "Se trata de la subsistencia. Además de las dejadas normales, están las que hacemos a los moteles, que son más caras, cuando las parejitas no tienen coche. El año pasado nos iba muy bien entregando alcohol a domicilio, trabajamos con los clandestinos. Hoy ya se levantaron las restricciones y ese negocio casi se acabó", dice con cara de algo que se parece a la nostalgia.
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Pero son solamente dos ejemplos de todo aquello que, al menos en cuestión de negocios relacionados con el sexo, cambió con la pandemia. En tanto, allá afuera, bajo la complicidad de la noche, las prácticas sexuales que normalmente son consideradas ”tabú" siguen llevándose a cabo, aunque sus devotos hayan tenido que cambiar radicalmente sus métodos para realizarlas.
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