Cuando a un paciente se le diagnostica cáncer, ya sea de mama o cualquier otro, lo primero en lo que piensa es en la forma de tratarse, pues su salud y su bienestar se convierten en lo más importante. Gracias a los avances médicos y tecnológicos han surgido nuevas formas de tratar tanto el cáncer como otro tipo de padecimientos, sobre todo para ayudar a reducir las células cancerígenas.
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¿Qué es la quimioterapia térmica?
Cómo su nombre lo indica, en este tratamiento lo que se busca es aplicar calor sobre el tejido que tiene neoplasia, con el objetivo de destruir las células cancerosas para ayudar a que el cuerpo no dañe el tejido sano. Normalmente la temperatura a la que hay que someter el tejido es de 45°C y suele utilizarse láser, ablación por radiofrecuencia, perfusión o calentamiento completo del cuerpo del paciente.
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Sin embargo, al ser un tipo de terapia que aún está en estudio, no está disponible para tratar todas las partes del cuerpo, por el momento solo se puede trabajar el apéndice, esófago, hígado, pulmón, sarcoma, cuello uterino y por supuesto cáncer de mama.
Entre los beneficios que esta terapia tiene está que ataca solo las células malas, sin que el tejido sano se vea afectado, ayuda como complemento de otras terapias como lo son la radiación.
Es por eso que expertos recomiendan que este tipo de terapia sea combinada con otro tipo de tratamientos con el objetivo de obtener mejores resultados. Así mismo, debes saber que en este procedimiento se aplica anestesia en el área a tratar.
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