Dormir bien es fundamental para tener un estilo de vida saludable. La rutina diaria, a menudo, limita las posibilidades de poder tener un buen descanso, pues el tiempo y la calidad del sueño pueden ser un desafío.
Un buen descanso es esencial para tener un óptimo estado de salud física y mental, porque además no hacerlo bien afecta el estado de ánimo y los niveles de energía, pero te has preguntado: ¿qué pasa con nuestro cerebro al dormir?
La Secretaría de Salud, menciona que "el dormir permite al cuerpo y al cerebro tener mejor estado de ánimo y energía para desarrollar con eficacia las tareas diarias".
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Dormir es un proceso activo en el cual, nuestro cerebro realiza diversas funciones vitales para nuestra salud, esto es lo que ocurre con nuestro cerebro mientras dormimos:
- Repone energía consumida: El cerebro es un órgano que está activo las 24 horas y necesita descanso para recuperarse.
- Depura: Elimina los desechos metabólicos y toxinas generadas durante el día.
- Almacena recuerdos importantes: El cerebro elige las experiencias más valiosas y elimina aquellas que no consideran relevantes.
- Consolida la memoria: Durante este proceso, el cerebro restaura la información del día, lo que contribuye a la memoria a largo plazo.
- Apaga nuestras neuronas motoras: El cerebro evita que nos levantemos mientras estamos soñando.
Durante el sueño, el cuerpo experimenta procesos de reparación celular y de hormonas de crecimiento que ayudan a la recuperación física.
Además, un buen descanso influye en la regulación de las emociones y en la capacidad de manejar el estrés, no dormir las horas adecuadas puede contribuir a problemas emocionales como ansiedad.
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La cantidad de horas de sueño necesarias puede variar según la edad y otros factores individuales. Las recomendaciones generales de la Secretaría de Salud indican cuánto debemos dormir:
- Bebés de 4 a 12 meses: Entre 12 y 15 horas por día.
- Menores de 1 a 5 años: Entre 12 y 14 horas por día.
- Menores de 6 a 12 años: Entre 10 y 13 horas por día.
- Adolescentes de 13 a 18 años: Entre 8 y 10 horas por día.
- Adultos: de 7 a 9 horas por día.
