La confluencia inusual entre ciclones tropicales y frentes fríos ha sido observada en un fenómeno poco común a lo largo de la historia. Aunque la presencia de ciclones y frentes fríos no es anormal, la coincidencia de estos sistemas y su interacción es lo que puede generar diluvios con lluvias invernales significativas. Durante la transición de verano a otoño, esta confluencia ha comenzado a manifestarse con la llegada de frentes fríos y ciclones tropicales.
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Este período de transición, que abarca los meses de septiembre, octubre y noviembre, es cuando estos dos sistemas meteorológicos tienen mayor probabilidad de interactuar. En este escenario, los frentes fríos descienden desde Canadá y Estados Unidos para encontrarse con las aguas del Golfo de México.
Cuando esta interacción se produce, se pueden desencadenar lluvias intensas tanto de día como de noche, resultando en acumulaciones extraordinarias que pueden alcanzar entre 700 y mil milímetros en tan solo cuatro días.
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Los estados de Tabasco, Veracruz, Campeche, Quintana Roo y Yucatán son los más afectados por esta confluencia climática. Las autoridades y expertos en meteorología advierten sobre la posibilidad de inundaciones y exhortan a estar alerta durante estos meses, cuando la interacción entre ciclones tropicales y frentes fríos puede generar condiciones climáticas adversas y precipitaciones extremas en la región.