La época navideña, con la llegada del árbol decorado, puede convertirse en todo un desafío para quienes conviven con gatos, amantes naturales de la exploración y el juego. Veterinarios y expertos en comportamiento felino explican que esta conducta se deriva principalmente de la curiosidad y territorialidad innata en estos animales.

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La presencia del árbol supone una alteración del espacio para el gato, que ve invadido su territorio con la introducción temporal de este objeto. La combinación de luces brillantes y adornos colgantes genera una gran curiosidad en los felinos, llevándolos desde tímidos toquecitos hasta batallas campales con las decoraciones.

Consejos para evitar los ataques al árbol:

Colocar los adornos más llamativos en la parte superior del árbol puede disuadir a los gatos al minimizar su visibilidad desde el suelo. Optar por árboles de menor tamaño y menos adornados puede reducir la atracción de los gatos, haciendo que encuentren el árbol menos interesante.

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Los gatos detestan los olores cítricos. Rocíar el árbol con fragancias de este tipo puede mantenerlos alejados, ya que encuentran estos olores desagradables. Utilizar papel de aluminio alrededor de cables o la base del árbol puede ser efectivo, ya que el sonido del papel aluminio es incómodo para los gatos.

Asegurar el árbol puede ser necesario, especialmente si se trata de un abeto real, evitando así que sea derribado por las travesuras felinas. Considerar árboles alternativos diseñados específicamente para que los gatos jueguen, descansen o arañen puede ser una opción para satisfacer su instinto natural sin afectar el árbol principal.

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Estos consejos buscan proporcionar alternativas prácticas y efectivas para garantizar una convivencia armoniosa entre las celebraciones navideñas y las mascotas, asegurando que la magia de la temporada se disfrute tanto por humanos como por felinos sin inconvenientes.