El albaricoque, conocido también como ciruela armenia, es una fruta que a menudo pasa desapercibida entre sus primos más populares, pero su valor nutricional lo coloca en un pedestal de salud. De apariencia similar al melocotón pero de tamaño más modesto, este fruto esconde un arsenal de nutrientes beneficiosos para el cuerpo.
Compuesto en su mayoría por agua, hasta un 86%, el albaricoque demuestra que tamaño no es sinónimo de insignificancia. En su modesta estructura se encuentran vitaminas A, C y E, fibra dietética, proteína y minerales esenciales. Una porción de 155 gramos (aproximadamente una taza) entrega un aporte notable a la salud:
Lee más: ¿Quieres bajar de peso? Alerta IMSS por ayuno intermitente
- 17% de vitamina A, crucial para la visión y salud de la piel.
- 17% de vitamina C, potente antioxidante y fortalecedor del sistema inmunológico.
- 9% de vitamina E, otro antioxidante valioso para la piel y la salud celular.
- 4% de proteína, contribuyendo a la construcción y reparación de tejidos.
- 11% de fibra, esencial para la salud digestiva y regulación del apetito.
Además de estas contribuciones, el albaricoque aporta minerales como hierro, selenio, potasio, fósforo, magnesio y calcio, fortaleciendo aún más su estatus como un alimento completo. Los compuestos bioactivos presentes en la fruta, como polifenoles, luteína y zeaxantina, añaden un toque adicional de beneficios para la salud.
Su color varía entre amarillo pálido y anaranjado, con destellos rojos. Su sabor agridulce recuerda a las ciruelas moradas, y su pulpa, aunque no muy jugosa, es de textura fibrosa.
Recibe a partir de ahora las noticias más importantes directo a tu WhatsApp
Aunque no ha alcanzado la fama de otras frutas, el albaricoque es una joya nutricional y se asocia con diversos beneficios para la salud. Su abundancia en antioxidantes, incluyendo flavonoides y vitaminas A, C y E, le otorgan propiedades para combatir el estrés oxidativo, reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares, trastornos neurodegenerativos, diabetes tipo 2, cáncer y envejecimiento prematuro.
La salud de la piel también se beneficia de su potencial antioxidante. Las vitaminas E y C
trabajan juntas para protegerla de los daños de los rayos ultravioleta, la contaminación y el humo del cigarrillo. Además, antioxidantes como el betacaroteno, presente en el albaricoque, brindan un escudo protector contra quemaduras y manchas solares. Este fruto, con su alto contenido de agua, también puede ser aplicado tópicamente como mascarilla, según sugiere WebMD.
El albaricoque, en su discreta presencia en la frutería, guarda tesoros que nos recuerdan que la naturaleza nos brinda, en formas variadas, los elementos que necesitamos para cuidar nuestra salud y bienestar