Cuando se habla de fenómenos ocurridos en el espacio exterior es normal que estos términos nos suenen más familiares. Pero te aseguro que nunca escuchas sobre uno los conceptos más poderosos en todo el universo. Te presentamos la Kilonova.
Comencemos por contar que gracias a un observatorio de Rayos X de la NASA, un grupo de astrónomos fue testigo de las emisiones de rayos X de un chorro que se movía a gran velocidad. A principios del 2018, esta emisión se desvaneció de forma constante a medida que el chorro continuaba disminuyendo su velocidad y expandiéndose.
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En marzo del 2020, la disminución del brillo se detuvo y la emisión de rayos X fue constante en brillo. "El hecho de que los rayos X dejaran de desvanecerse rápidamente fue nuestra mejor evidencia hasta ahora de que se está detectando algo además de un chorro en los rayos X de esta fuente", dijo Raffaella Margutti, astrofísica de la Universidad de California en Berkeley. "Parece que se necesita una fuente completamente diferente de rayos X para explicar lo que estamos viendo".
Los investigadores creen que haya un resplandor de kilonova o un agujero negro detrás de los rayos X. Algo que nunca se había observado. Pero ¿qué es una kilonova?
¿Qué es un kilonova?
En estricto rigor, se trata de una explosión mil veces más brillante que la de una nova normal, y se produce cuando dos estrellas de neutrones se fusionan, la que da como resultado una fuente de rayos X.
Es la fusión de dos estrellas de neutrones que genera una explosión 1.000 veces más brillante que una nova clásica. Los desechos generan luz visible e infrarroja a partir de la descomposición de elementos radiactivos como el platino y el oro formados en los desechos de la fusión. Este estallido de luz se llama kilonova.
La astrónoma, Aprajita Hajela, autora de un estudio de astrofísica de la Universidad de California en Berkeley y comentó que la clave para detectar una kilonova fue demostrar que los chorros de fuentes de rayos X comenzaron a desvanecerse rápidamente, lo que daría indicios de un resplandor de estas kilonovas.
Publicado originalmente en El Sol de La Laguna
