Ya sea porque el niño es muy pequeño, el juguete no era de acuerdo a su edad o tiene algún problema de comportamiento. Muchas veces ven los padres con desánimo que sus hijos rompan los juguetes semanas o incluso solo días después de haberselos dado.
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Si esto pasa a menudo con tus hijos, lo primero que debes hacer es revisar si el juguete está relacionado con su edad, ya que sí no es así no solo hay más probabilidades de que se rompa, sino que incluso podría ser peligroso para él.
Así mismo hay que entender que en edades de niños menores de 9 años, el sentido de exploración y observación aún está muy desarrollado, por lo que el hecho de romperlo no siempre se trata de algo destructivo para él, sino más bien una forma de entender su funcionamiento.
Por eso es que los juguetes desarrollados para niños menores de tres años suelen ser tan pesados, pues su objetivo es poder soportar golpes, raspones, etc.
Una vez entendiendo eso, en el caso de que el menor tenga la edad suficiente para entender el cuidado de las cosas, podrías charlar con él sobre como mantener sus juguetes en buen estado le podría proporcionar más momentos de diversión.
En entrevista para el medio El Universo, la pedagoga Patricia Zea señala que “los padres deben sentarse con el menor y enseñarle de qué se trata y cómo se juega” y agrega que no es recomendable que se le imponga al niño que no debe dañar el juguete, pues esto solo despertará aún más el impulso por hacerlo.