/ miércoles 6 de diciembre de 2023

Boca del Cerro: La historia antes del tren Maya

Este tramo del río Usumacinta ha representado un desafío para la ingeniería. Desde el icónico puente hasta la construcción del viaducto por el que pasará el tren Maya

Quien ha tenido la oportunidad de visitar Tenosique, con lo primero que se topa al llegar es con el puente de “Boca del Cerro”, que está situado a 8 kilómetros de la cabecera municipal, y que ha vuelto a tomar relevancia a nivel nacional a partir de la conclusión del viaducto que se ubica paralelo es este puente y forma parte de la infraestructura creada para el paso del Tren Maya.

Lee más Tren Maya: Tenosique capital del desarrollo según Javier May

El Tren Maya fue una promesa de campaña del presidente, Andrés Manuel López Obrador, y uno de los planes mas ambiciosos de infraestructura ferroviaria que se han proyectado para conectar el sureste de México, pero no ha sido el único en el que Tabasco se ha visto inserto, aunque por su geografía este territorio es un desafío para los constructores, particularmente en el tramo de Boca del Cerro en el municipio de Tenosique.

Este ultimo proyecto también hubo dificultades para concretar la obra, pese a los avances que la ingeniería tiene en el uso de tecnologías de la construcción. El propio Presidente reconoció que habían tenido algunas complicaciones para concluir el viaducto de Boca del Cerro.

La longitud total del puente de boca del Cerro es de 189 metros; tiene un claro del arco de 150 metros, con una elevación de la base de pie sobre el nivel del mar de 108 metros. Foto: IDEAM

El Ferrocarril del Sureste

La idea de construir un tren que uniera todo el sur de México no es nueva, de hecho data de la época de Porfirio Díaz. Los primeros estudios de factibilidad de esta obra fueron realizados por el ingeniero Pedro González en el año de 1904 y 1905.

La geografía de la zona dificultaba el proyecto pero no lo imposibilitaba, el ferrocarril debería atravesar ríos y terrenos accidentados, pero los estudios de ingeniería respaldaban la viabilidad. El 22 de enero de 1909, Leandro Hernández, quien era el ministro de Comunicaciones en ese momento, envió una carta a José Yves Limantour, el secretario de Hacienda del gabinete de Porfirio Díaz.

En esta carta, se planteaba la posibilidad de construir una línea férrea que conectara el Istmo de Tehuantepec con Campeche. A pesar de las dificultades geográficas, se argumentaba que el proyecto era factible gracias a los estudios realizados por ingenieros.

Lee más Tren Maya: ¿Qué lugares turísticos puedo visitar en Tabasco?

El plan incluía la unión del Ferrocarril Nacional de Tehuantepec con Campeche. Como punto de conexión se eligió Santa Lucrecia, en Veracruz. Esta ubicación estratégica permitiría enlazar el Ferrocarril de Veracruz con el Ferrocarril del Pacífico, facilitando así la conexión ferroviaria en la región sureste de México.

Pero llegó la revolución y el proyecto no pudo concretarse, parte de los documentos se perdieron entre los disturbios y por varios años el gobierno se olvidó del asunto

Sin embargo el proyecto del puente de Boca del Cerro fue concebido en 1913 durante la época post-revolucionaria. Fue propuesto por William P. Wood de la Compañía Constructora del Ferrocarril de Veracruz, Tabasco y Campeche, que pretendía hacer el puente con estructura elevadiza para permitir el pazo de barcos de vapor por el caudaloso río Usumacinta y así poder facilitarse el traslado de mercancía mexicana al puerto de Veracruz y de allí a su país.

Fotografía del plano del puente propuesto por Wood en 1913. Foto: Archivo General de la Nación (AGN), en el fondo Comunicación y Obras Públicas, expediente con título “Ferrocarril del Sureste.

La inversión se haría con capital extranjero, y además pretendía construir un ramal que iría de Santa Lucrecia, cerca del puerto de Veracruz hasta la capital de Campeche a finales del siglo XIX. Sin embargo proyecto no se realizó, la época era turbulenta y la desconfianza a los extranjeros de parte de los militares revolucionarios hizo que Wood desistiera de su cometido y abandonar el país.

Veintitrés años después, en un diario de circulación nacional se publicó la noticia de que el presidente Pascual Ortiz Rubio había aprobado un acuerdo para que el gobierno federal construyera un ferrocarril que comunicara el Istmo de Tehuantepec con “la lejana” península de Yucatán.

Pero fue hasta 1934, con el Programa de Integración Nacional, cuando los trabajadores de Ferrocarriles Nacionales de México (FNM) hicieron vuelos de reconocimiento y realizaron estudios preliminares para definir la ruta del Ferrocarril del Sureste.

La mano de obra para el puente fue de empleados locales, otros venidos de la península y de Veracruz. Foto: De Tabasco Soy

Y los trabajos de construcción del iconico puente dieron inicio el mes de septiembre del año 1948 y terminaron en 1950, siendo superintendente de puente el ingeniero Jorge Rubio Palacios, quien laboraba para Ferrocarriles Nacionales de México (Ferronales).

La FNM se enfrentó a varios problemas en la obra, como la distribución del equipo que se necesitaba para la construcción, la capacitación del personal y el tránsito de la maquinaria pesada por terrenos pantanosos o de fango. Cabe señalar que era necesario dotar constantemente de herramientas y abastecer a los campamentos con víveres, mercancías, ropa, medicinas y agua potable.

Se carecía de toda tecnología para elevar la construcción del puente, así que los andamios hechos de tronco de árboles sostendrían el peso de toneladas de cemento. Foto: De Tabasco Soy

De acuerdo con datos obtenidos de los archivos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), la citada vía de comunicación fue elaborada con estructura de fierro y tuvo capacidad para soportar una carga viva cooper C-50 para una vía de ferrocarril y H-10 para que transitaran dos unidades de camiones al mismo tiempo.

La construcción del Puente Usumacinta y el Ferrocarril del Sureste representaron un hito significativo para Tabasco, en especial para Tenosique y Balancán. El ferrocarril dió respuesta a la necesidad de conectar el sureste mexicano con el resto del país, aprovechando los ricos recursos naturales de la región. Este proyecto no solo definió la política federal de desarrollo social e infraestructura, sino que también integró al sureste al desarrollo nacional.

En 1936, el Presidente Lázaro Cárdenas del Río autorizó la construcción del Ferrocarril del Sureste, partiendo desde Puerto México. Los desafíos fueron enormes, enfrentando dificultades técnicas, geográficas y peligros en plena selva. La construcción de los 738 kilómetros de vías, incluyendo el icónico Puente Usumacinta, fue una proeza que transformó la región.

Setenta y tres años han pasado desde la inauguración de una de las obras de ingeniería más cruciales en la historia de las comunicaciones en el sureste de nuestro país: el imponente "Puente Usumacinta" Foto: IDEAM

La llegada del Ferrocarril del Sureste permitió la integración y comunicación de Tenosique con el resto del país. Con recursos federales, se construyó el bulevar de cuatro carriles, transformando la población rural en una ciudad en desarrollo. El bulevar se convirtió en la fuente de la vida urbana y económica de ese municipio por muchos años.

La construcción del puente y las vías ferroviarias llevaron a un auge en Tenosique durante los finales de los 40 y principios de los 50. La economía local floreció con la instalación de campamentos y oficinas, generando empleo y actividad comercial. La ganadería y la agricultura experimentaron un auge significativo, convirtiendo a Tenosique en un centro vital para el transporte de ganado y productos agrícolas.

La importancia del Puente Usumacinta se refleja en la transformación de Tenosique, que pasó de ser una población rural a convertirse en una ciudad en desarrollo.

El bulevar, construido con recursos federales, simbolizó la modernización social y económica, y sus impactos se sintieron por muchos años. Foto: De Tabasco Soy

La construcción del Puente Usumacinta se prolongó durante dos años, atrayendo a familias del sur de Veracruz y la península de Yucatán, creando una sociedad cosmopolita que ha dejado una huella duradera en la identidad local de los tenosiquenses.

El puente de Boca del Cerro, junto con el Ferrocarril del Sureste, fueron inaugurados el 27 de enero de 1950 por el Presidente Miguel Alemán Velasco, convirtiéndose en un símbolo arraigado en el corazón de los tenosiquenses.

Hasta los años 80`s ante el Plan de desarrollollo Balancán- Tenosique, que trajo auge agrícola y ganadero a la zona, era común ver pasar pesados camiones trasladando reces desde Tenosique hasta la capital Tabasqueña. Mientras el tren se veía cargado de todas las mercancías de la zona rica en productos agrícolas provenientes de la península.

El Tren del Sureste a su paso por Boca del Cerro. 1973. Foto: Colección Fotográfica de la Comisión del río Grijalva, Archivo Histórico del Agua (AHA)

La actividad ganadera sigue siendo importante para la región, por lo tanto el puente de Boca del Cerro sigue siendo vital para la transportación, como vía comunica a Tenosique y ha cumplido con esa función.

Con la inclusión de este lugar al Tren Maya se tejen renovados ánimos en la población con la esperanza que el proyecto cumpla con las expectativas y al fin se consolide un proyecto ferroviario, pese al declive de los de antaño.

Con información de:

  • Gaceta Historia viva del ferrocarril, Historia y patrimonio de los ferrocarriles en el sureste de México, volúmen 1, CONACYT
  • Historia del Ferrocarril. Escuela Nacional de Antropología e Historia. (ENAH)
  • Historia viva del ferrocarril G A C E T Historia y patrimonio de los ferrocarrilesen el sureste de México
  • Archivo Histórico del Agua (AHA)
  • De Tabasco Soy (Fanpage)

Quien ha tenido la oportunidad de visitar Tenosique, con lo primero que se topa al llegar es con el puente de “Boca del Cerro”, que está situado a 8 kilómetros de la cabecera municipal, y que ha vuelto a tomar relevancia a nivel nacional a partir de la conclusión del viaducto que se ubica paralelo es este puente y forma parte de la infraestructura creada para el paso del Tren Maya.

Lee más Tren Maya: Tenosique capital del desarrollo según Javier May

El Tren Maya fue una promesa de campaña del presidente, Andrés Manuel López Obrador, y uno de los planes mas ambiciosos de infraestructura ferroviaria que se han proyectado para conectar el sureste de México, pero no ha sido el único en el que Tabasco se ha visto inserto, aunque por su geografía este territorio es un desafío para los constructores, particularmente en el tramo de Boca del Cerro en el municipio de Tenosique.

Este ultimo proyecto también hubo dificultades para concretar la obra, pese a los avances que la ingeniería tiene en el uso de tecnologías de la construcción. El propio Presidente reconoció que habían tenido algunas complicaciones para concluir el viaducto de Boca del Cerro.

La longitud total del puente de boca del Cerro es de 189 metros; tiene un claro del arco de 150 metros, con una elevación de la base de pie sobre el nivel del mar de 108 metros. Foto: IDEAM

El Ferrocarril del Sureste

La idea de construir un tren que uniera todo el sur de México no es nueva, de hecho data de la época de Porfirio Díaz. Los primeros estudios de factibilidad de esta obra fueron realizados por el ingeniero Pedro González en el año de 1904 y 1905.

La geografía de la zona dificultaba el proyecto pero no lo imposibilitaba, el ferrocarril debería atravesar ríos y terrenos accidentados, pero los estudios de ingeniería respaldaban la viabilidad. El 22 de enero de 1909, Leandro Hernández, quien era el ministro de Comunicaciones en ese momento, envió una carta a José Yves Limantour, el secretario de Hacienda del gabinete de Porfirio Díaz.

En esta carta, se planteaba la posibilidad de construir una línea férrea que conectara el Istmo de Tehuantepec con Campeche. A pesar de las dificultades geográficas, se argumentaba que el proyecto era factible gracias a los estudios realizados por ingenieros.

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El plan incluía la unión del Ferrocarril Nacional de Tehuantepec con Campeche. Como punto de conexión se eligió Santa Lucrecia, en Veracruz. Esta ubicación estratégica permitiría enlazar el Ferrocarril de Veracruz con el Ferrocarril del Pacífico, facilitando así la conexión ferroviaria en la región sureste de México.

Pero llegó la revolución y el proyecto no pudo concretarse, parte de los documentos se perdieron entre los disturbios y por varios años el gobierno se olvidó del asunto

Sin embargo el proyecto del puente de Boca del Cerro fue concebido en 1913 durante la época post-revolucionaria. Fue propuesto por William P. Wood de la Compañía Constructora del Ferrocarril de Veracruz, Tabasco y Campeche, que pretendía hacer el puente con estructura elevadiza para permitir el pazo de barcos de vapor por el caudaloso río Usumacinta y así poder facilitarse el traslado de mercancía mexicana al puerto de Veracruz y de allí a su país.

Fotografía del plano del puente propuesto por Wood en 1913. Foto: Archivo General de la Nación (AGN), en el fondo Comunicación y Obras Públicas, expediente con título “Ferrocarril del Sureste.

La inversión se haría con capital extranjero, y además pretendía construir un ramal que iría de Santa Lucrecia, cerca del puerto de Veracruz hasta la capital de Campeche a finales del siglo XIX. Sin embargo proyecto no se realizó, la época era turbulenta y la desconfianza a los extranjeros de parte de los militares revolucionarios hizo que Wood desistiera de su cometido y abandonar el país.

Veintitrés años después, en un diario de circulación nacional se publicó la noticia de que el presidente Pascual Ortiz Rubio había aprobado un acuerdo para que el gobierno federal construyera un ferrocarril que comunicara el Istmo de Tehuantepec con “la lejana” península de Yucatán.

Pero fue hasta 1934, con el Programa de Integración Nacional, cuando los trabajadores de Ferrocarriles Nacionales de México (FNM) hicieron vuelos de reconocimiento y realizaron estudios preliminares para definir la ruta del Ferrocarril del Sureste.

La mano de obra para el puente fue de empleados locales, otros venidos de la península y de Veracruz. Foto: De Tabasco Soy

Y los trabajos de construcción del iconico puente dieron inicio el mes de septiembre del año 1948 y terminaron en 1950, siendo superintendente de puente el ingeniero Jorge Rubio Palacios, quien laboraba para Ferrocarriles Nacionales de México (Ferronales).

La FNM se enfrentó a varios problemas en la obra, como la distribución del equipo que se necesitaba para la construcción, la capacitación del personal y el tránsito de la maquinaria pesada por terrenos pantanosos o de fango. Cabe señalar que era necesario dotar constantemente de herramientas y abastecer a los campamentos con víveres, mercancías, ropa, medicinas y agua potable.

Se carecía de toda tecnología para elevar la construcción del puente, así que los andamios hechos de tronco de árboles sostendrían el peso de toneladas de cemento. Foto: De Tabasco Soy

De acuerdo con datos obtenidos de los archivos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), la citada vía de comunicación fue elaborada con estructura de fierro y tuvo capacidad para soportar una carga viva cooper C-50 para una vía de ferrocarril y H-10 para que transitaran dos unidades de camiones al mismo tiempo.

La construcción del Puente Usumacinta y el Ferrocarril del Sureste representaron un hito significativo para Tabasco, en especial para Tenosique y Balancán. El ferrocarril dió respuesta a la necesidad de conectar el sureste mexicano con el resto del país, aprovechando los ricos recursos naturales de la región. Este proyecto no solo definió la política federal de desarrollo social e infraestructura, sino que también integró al sureste al desarrollo nacional.

En 1936, el Presidente Lázaro Cárdenas del Río autorizó la construcción del Ferrocarril del Sureste, partiendo desde Puerto México. Los desafíos fueron enormes, enfrentando dificultades técnicas, geográficas y peligros en plena selva. La construcción de los 738 kilómetros de vías, incluyendo el icónico Puente Usumacinta, fue una proeza que transformó la región.

Setenta y tres años han pasado desde la inauguración de una de las obras de ingeniería más cruciales en la historia de las comunicaciones en el sureste de nuestro país: el imponente "Puente Usumacinta" Foto: IDEAM

La llegada del Ferrocarril del Sureste permitió la integración y comunicación de Tenosique con el resto del país. Con recursos federales, se construyó el bulevar de cuatro carriles, transformando la población rural en una ciudad en desarrollo. El bulevar se convirtió en la fuente de la vida urbana y económica de ese municipio por muchos años.

La construcción del puente y las vías ferroviarias llevaron a un auge en Tenosique durante los finales de los 40 y principios de los 50. La economía local floreció con la instalación de campamentos y oficinas, generando empleo y actividad comercial. La ganadería y la agricultura experimentaron un auge significativo, convirtiendo a Tenosique en un centro vital para el transporte de ganado y productos agrícolas.

La importancia del Puente Usumacinta se refleja en la transformación de Tenosique, que pasó de ser una población rural a convertirse en una ciudad en desarrollo.

El bulevar, construido con recursos federales, simbolizó la modernización social y económica, y sus impactos se sintieron por muchos años. Foto: De Tabasco Soy

La construcción del Puente Usumacinta se prolongó durante dos años, atrayendo a familias del sur de Veracruz y la península de Yucatán, creando una sociedad cosmopolita que ha dejado una huella duradera en la identidad local de los tenosiquenses.

El puente de Boca del Cerro, junto con el Ferrocarril del Sureste, fueron inaugurados el 27 de enero de 1950 por el Presidente Miguel Alemán Velasco, convirtiéndose en un símbolo arraigado en el corazón de los tenosiquenses.

Hasta los años 80`s ante el Plan de desarrollollo Balancán- Tenosique, que trajo auge agrícola y ganadero a la zona, era común ver pasar pesados camiones trasladando reces desde Tenosique hasta la capital Tabasqueña. Mientras el tren se veía cargado de todas las mercancías de la zona rica en productos agrícolas provenientes de la península.

El Tren del Sureste a su paso por Boca del Cerro. 1973. Foto: Colección Fotográfica de la Comisión del río Grijalva, Archivo Histórico del Agua (AHA)

La actividad ganadera sigue siendo importante para la región, por lo tanto el puente de Boca del Cerro sigue siendo vital para la transportación, como vía comunica a Tenosique y ha cumplido con esa función.

Con la inclusión de este lugar al Tren Maya se tejen renovados ánimos en la población con la esperanza que el proyecto cumpla con las expectativas y al fin se consolide un proyecto ferroviario, pese al declive de los de antaño.

Con información de:

  • Gaceta Historia viva del ferrocarril, Historia y patrimonio de los ferrocarriles en el sureste de México, volúmen 1, CONACYT
  • Historia del Ferrocarril. Escuela Nacional de Antropología e Historia. (ENAH)
  • Historia viva del ferrocarril G A C E T Historia y patrimonio de los ferrocarrilesen el sureste de México
  • Archivo Histórico del Agua (AHA)
  • De Tabasco Soy (Fanpage)

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