/ viernes 22 de diciembre de 2023

Sin remitente | Respetar resultados y privilegiar la unidad

Antes y después de resultar electo como precandidato al gobierno de Tabasco, Javier May Rodríguez ha destacado en sus declaraciones y discursos la necesidad de que se privilegie la unidad de Morena y se anteponga, ante cualquier interés personal o de grupo, el Proyecto de la Transformación que lidera en el país el presidente Andrés Manuel López Obrador y que continuará Claudia Sheinbaum Pardo.

La insistencia del ahora precandidato que cerrará su precampaña el 3 de enero en el Parque La Choca, no es mera retórica, al contrario: él ha sido el primer y principal garante de que sea el pueblo, y no los dirigentes, los que mediante las encuestas eligieran a sus candidatos a presidentes municipales y diputados locales y federales, además de Senadores.

Aunque es natural que algunos aspirantes mantuvieran sus reservas sobre la aplicación de las encuestas, mucho más en un estado donde se da la especulación , su transparencia y certeza fue avalada por la Comisión Nacional de Elecciones y la misma dirigencia nacional que encabeza Mario Delgado, amén de las empresas que participaron, como lo hicieron en la selección del precandidata (o) único a la presidencia y al de la gubernatura.

Es lógico que haya ganadores y perdedores. Y que haya quienes ya se sentían ganadores y no resultan vencedores. Pero eso no debe ser pretexto para desacreditar un proceso que también aprobaron. Lo que se esperaría, en todo caso, es que sean recíprocos asumiendo con madurez los resultados y coadyuven a la unidad del partido.

“Aquí la ventaja es que el pueblo decide, no son los dirigentes de partidos, es una consulta al pueblo y son quienes deciden(…).Todos somos compañeros y compañeras, nuestros adversarios no están dentro de Morena”, expresó recientemente Javier May a los morenistas.

A lo largo y ancho del estado donde ha visitado los hogares y sostenido encuentros con simpatizantes y militantes de Morena, el precandidato también ha ido incluyendo y sumando a todos aquellos que en algún momento apoyaron las aspiraciones de otros que contendieron para la candidatura Presidencial o la de Tabasco. Ha sido congruente: en Morena caben todos.

Como bien sostiene Javier May, los adversarios de Morena no están dentro, sino fuera, y son los que están alentando y alimentando falsas expectativas a quienes no salgan nominados y son tentados a dar un salto al vacío con el PRI o Movimiento Ciudadano.

En momentos en que Morena va consolidando su presencia en el país, ya gobiernan 22 Estados, los morenistas en Tabasco deben cerrar fila, más allá de diferencias, para consolidar y hacer una realidad aquí la Cuarta Transformación y ser partícipes del cambio que ocurrirá cuando ganen la elección para todos los cargos de elección popular en junio próximo, y como ya se hizo en el 2018.

No es sensato que ningún morenista, desde el militante más modesto a los aspirantes, dilapide en un arranque o exabrupto de irá o enojo todo un trabajo y futuro político solo porque esta vez las encuestas y/o voluntad del pueblo no le haya favorecido, sin pensar que los cargos duran tres años, sea para alcalde, diputado local o federal, y que las oportunidades no faltarán de darse.

Pero además, que en ningún otro partido le ofrecerán la oportunidad de volver a buscar, bajo un método democrático, una nominación y someterse a la voluntad del pueblo, y en tanto podrá contribuir a la Transformación de Tabasco que impulsará el primer gobierno y genuino de izquierda que encabezará Javier May.

Antes y después de resultar electo como precandidato al gobierno de Tabasco, Javier May Rodríguez ha destacado en sus declaraciones y discursos la necesidad de que se privilegie la unidad de Morena y se anteponga, ante cualquier interés personal o de grupo, el Proyecto de la Transformación que lidera en el país el presidente Andrés Manuel López Obrador y que continuará Claudia Sheinbaum Pardo.

La insistencia del ahora precandidato que cerrará su precampaña el 3 de enero en el Parque La Choca, no es mera retórica, al contrario: él ha sido el primer y principal garante de que sea el pueblo, y no los dirigentes, los que mediante las encuestas eligieran a sus candidatos a presidentes municipales y diputados locales y federales, además de Senadores.

Aunque es natural que algunos aspirantes mantuvieran sus reservas sobre la aplicación de las encuestas, mucho más en un estado donde se da la especulación , su transparencia y certeza fue avalada por la Comisión Nacional de Elecciones y la misma dirigencia nacional que encabeza Mario Delgado, amén de las empresas que participaron, como lo hicieron en la selección del precandidata (o) único a la presidencia y al de la gubernatura.

Es lógico que haya ganadores y perdedores. Y que haya quienes ya se sentían ganadores y no resultan vencedores. Pero eso no debe ser pretexto para desacreditar un proceso que también aprobaron. Lo que se esperaría, en todo caso, es que sean recíprocos asumiendo con madurez los resultados y coadyuven a la unidad del partido.

“Aquí la ventaja es que el pueblo decide, no son los dirigentes de partidos, es una consulta al pueblo y son quienes deciden(…).Todos somos compañeros y compañeras, nuestros adversarios no están dentro de Morena”, expresó recientemente Javier May a los morenistas.

A lo largo y ancho del estado donde ha visitado los hogares y sostenido encuentros con simpatizantes y militantes de Morena, el precandidato también ha ido incluyendo y sumando a todos aquellos que en algún momento apoyaron las aspiraciones de otros que contendieron para la candidatura Presidencial o la de Tabasco. Ha sido congruente: en Morena caben todos.

Como bien sostiene Javier May, los adversarios de Morena no están dentro, sino fuera, y son los que están alentando y alimentando falsas expectativas a quienes no salgan nominados y son tentados a dar un salto al vacío con el PRI o Movimiento Ciudadano.

En momentos en que Morena va consolidando su presencia en el país, ya gobiernan 22 Estados, los morenistas en Tabasco deben cerrar fila, más allá de diferencias, para consolidar y hacer una realidad aquí la Cuarta Transformación y ser partícipes del cambio que ocurrirá cuando ganen la elección para todos los cargos de elección popular en junio próximo, y como ya se hizo en el 2018.

No es sensato que ningún morenista, desde el militante más modesto a los aspirantes, dilapide en un arranque o exabrupto de irá o enojo todo un trabajo y futuro político solo porque esta vez las encuestas y/o voluntad del pueblo no le haya favorecido, sin pensar que los cargos duran tres años, sea para alcalde, diputado local o federal, y que las oportunidades no faltarán de darse.

Pero además, que en ningún otro partido le ofrecerán la oportunidad de volver a buscar, bajo un método democrático, una nominación y someterse a la voluntad del pueblo, y en tanto podrá contribuir a la Transformación de Tabasco que impulsará el primer gobierno y genuino de izquierda que encabezará Javier May.