/ martes 16 de abril de 2019

Guardia Nacional, un “gallón” al mando

Con un expediente intachable, con amplia experiencia en la lucha contra el narcotráfico y en los servicios de inteligencia, el general de brigada del Estado Mayor, en proceso de retiro, Luis Rodríguez Bucio, es el primer Comandante de la Guardia Nacional.

Rodríguez Bucio nació en Condembaro, municipio de Tancítaro, Michoacán, México, el 27 de agosto de 1956. Está casado con la Señora Concepción Cabrera Ramos, con quien procreó dos hijos: Berenice y Luis Alberto.

Después de concluir sus estudios de Secundaria, en la ciudad de Uruapan, Michoacán, ingresó como cadete al Heroico Colegio Militar en 1973, graduándose como Subteniente de Infantería en 1977.

Fue asignado al Segundo Batallón de Guardias Presidenciales, donde prestó sus servicios hasta 1985.

Es Licenciado en Administración Militar, por la Escuela Superior de Guerra, San Jerónimo Lídice, Ciudad de México.

Posee la Maestría en Administración Militar para la Seguridad y Defensa Nacionales, cursada en el Colegio de Defensa Nacional, Popotla, Ciudad de México.

Cursó el Doctorado en Defensa y Seguridad Nacional, en el Centro de Estudios Superiores Navales (CESNAV), de la SEMAR, graduándose con la tesis: “Participación de las Fuerzas Armadas en la Estrategia de Combate al Narcotráfico del Presidente Felipe Calderón Hinojosa”, obteniendo mención honorífica.

En enero de 1989 fue transferido al Estado Mayor Presidencial, donde fungió hasta 1990, como subjefe de la Sección Cuarta, y tuvo como encomienda la planeación y ejecución de las actividades logísticas durante las giras y eventos oficiales del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.

Fue jefe de la Sección Tercera de la Segunda Brigada de Infantería en el Campo Militar No.1-A. Oficial de Estado Mayor en la Sección Quinta del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional, coordinador de grupos interinstitucionales en trabajo de campo en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN).

Así como comandante del Segundo Batallón de Fuerzas Especiales en Temamatla; comandante de la Guarnición Militar de Cancún, Quintana Roo; coordinador de Operaciones en Monterrey, Nuevo León, y director del Centro de Investigación y Desarrollo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos.

Rodríguez Bucio pasó a la historia por ser el primer militar mexicano que preside la Junta Interamericana de Defensa (JID).

En noviembre del 2012 cuando Rodríguez Bucio recibió su segunda estrella junto al escudo nacional que lo acreditaba como general de brigada, un mensaje estaba implícito en su ascenso.

Era el reconocimiento al hombre que puso orden a partir del año 2006 en el entonces Centro de Inteligencia Antinarcóticos (CIAN) del Estado Mayor de la Defensa Nacional, el cual pasó a llamarse Grupo de Análisis e Información de Narcotráfico (GIAN).

Es uno de los militares que mejor conoce el problema del narcotráfico en los últimos sexenios.

Lo antecede su experiencia operativa entre 1993 y 1994 en Badiraguato, donde fue subjefe de estado mayor de la Fuerza de Tarea Marte XXII, diseñada para la erradicación de plantíos de enervantes en la confluencia montañosa de los estados de Sinaloa, Durango y Chihuahua.

Entre agosto del 2003 y septiembre del 2004, Rodríguez Bucio estuvo al mando del batallón de operaciones contra el narcotráfico en Tamaulipas, Durango y Sinaloa. De ahí pasó al Estado Mayor de la Defensa Nacional como jefe del GIAN.

En la presentación del titular de la Guardia Nacional, surgió un dato importante para los tabasqueños: El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, dijo que a fin de año esperan que la Guardia Nacional atienda 45 regiones prioritarias.

Afirmó que de forma inmediata, se integran a este marco los municipios de Centro y Cárdenas, en Tabasco.

Falta la legislación secundaria para consolidar el proyecto con el que el Gobierno Federal pretende abatir los actos índices delictivos que, desde hace sexenios fustigan a los mexicanos.

Ya dio un buen paso al nombrar un especialista en narcotráfico y en información estratégica, con fama de disciplinado, con trayectoria inmaculada e incorruptible.

En el papel suena bastante bien, ahora habrá que ver como se dan los hechos.

Con un expediente intachable, con amplia experiencia en la lucha contra el narcotráfico y en los servicios de inteligencia, el general de brigada del Estado Mayor, en proceso de retiro, Luis Rodríguez Bucio, es el primer Comandante de la Guardia Nacional.

Rodríguez Bucio nació en Condembaro, municipio de Tancítaro, Michoacán, México, el 27 de agosto de 1956. Está casado con la Señora Concepción Cabrera Ramos, con quien procreó dos hijos: Berenice y Luis Alberto.

Después de concluir sus estudios de Secundaria, en la ciudad de Uruapan, Michoacán, ingresó como cadete al Heroico Colegio Militar en 1973, graduándose como Subteniente de Infantería en 1977.

Fue asignado al Segundo Batallón de Guardias Presidenciales, donde prestó sus servicios hasta 1985.

Es Licenciado en Administración Militar, por la Escuela Superior de Guerra, San Jerónimo Lídice, Ciudad de México.

Posee la Maestría en Administración Militar para la Seguridad y Defensa Nacionales, cursada en el Colegio de Defensa Nacional, Popotla, Ciudad de México.

Cursó el Doctorado en Defensa y Seguridad Nacional, en el Centro de Estudios Superiores Navales (CESNAV), de la SEMAR, graduándose con la tesis: “Participación de las Fuerzas Armadas en la Estrategia de Combate al Narcotráfico del Presidente Felipe Calderón Hinojosa”, obteniendo mención honorífica.

En enero de 1989 fue transferido al Estado Mayor Presidencial, donde fungió hasta 1990, como subjefe de la Sección Cuarta, y tuvo como encomienda la planeación y ejecución de las actividades logísticas durante las giras y eventos oficiales del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.

Fue jefe de la Sección Tercera de la Segunda Brigada de Infantería en el Campo Militar No.1-A. Oficial de Estado Mayor en la Sección Quinta del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional, coordinador de grupos interinstitucionales en trabajo de campo en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN).

Así como comandante del Segundo Batallón de Fuerzas Especiales en Temamatla; comandante de la Guarnición Militar de Cancún, Quintana Roo; coordinador de Operaciones en Monterrey, Nuevo León, y director del Centro de Investigación y Desarrollo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos.

Rodríguez Bucio pasó a la historia por ser el primer militar mexicano que preside la Junta Interamericana de Defensa (JID).

En noviembre del 2012 cuando Rodríguez Bucio recibió su segunda estrella junto al escudo nacional que lo acreditaba como general de brigada, un mensaje estaba implícito en su ascenso.

Era el reconocimiento al hombre que puso orden a partir del año 2006 en el entonces Centro de Inteligencia Antinarcóticos (CIAN) del Estado Mayor de la Defensa Nacional, el cual pasó a llamarse Grupo de Análisis e Información de Narcotráfico (GIAN).

Es uno de los militares que mejor conoce el problema del narcotráfico en los últimos sexenios.

Lo antecede su experiencia operativa entre 1993 y 1994 en Badiraguato, donde fue subjefe de estado mayor de la Fuerza de Tarea Marte XXII, diseñada para la erradicación de plantíos de enervantes en la confluencia montañosa de los estados de Sinaloa, Durango y Chihuahua.

Entre agosto del 2003 y septiembre del 2004, Rodríguez Bucio estuvo al mando del batallón de operaciones contra el narcotráfico en Tamaulipas, Durango y Sinaloa. De ahí pasó al Estado Mayor de la Defensa Nacional como jefe del GIAN.

En la presentación del titular de la Guardia Nacional, surgió un dato importante para los tabasqueños: El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, dijo que a fin de año esperan que la Guardia Nacional atienda 45 regiones prioritarias.

Afirmó que de forma inmediata, se integran a este marco los municipios de Centro y Cárdenas, en Tabasco.

Falta la legislación secundaria para consolidar el proyecto con el que el Gobierno Federal pretende abatir los actos índices delictivos que, desde hace sexenios fustigan a los mexicanos.

Ya dio un buen paso al nombrar un especialista en narcotráfico y en información estratégica, con fama de disciplinado, con trayectoria inmaculada e incorruptible.

En el papel suena bastante bien, ahora habrá que ver como se dan los hechos.