En medio de todo el caos vivido la madrugada del domingo 11 de febrero de 2024 en el interior del club nocturno Hope 52, ubicado en la zona de Tabasco 2000 por la balacera que derivó en la muerte de tres hombres y la detención de siete sujetos más, hubo un testigo que ni se inmutó ante los hechos, ya que mientras todo ocurría, él comía tranquilamente sus tacos a la salida del antro.
Así lo demuestra uno de los muchos videos que han salido a la luz pública acerca del hecho, que fue captado por las cámaras de seguridad que hay en la zona. En él se aprecia que a la salida de la discoteca hay un puesto de tacos y dos mesas, una de ellas ocupada por dos mujeres, y en la otra hay una persona del sexo masculino.
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Al inicio del clip de dos minutos y 11 segundos se aprecia a un mesero o encargado entregar algo al cliente en cuestión; del otro lado, los valet parking se encontraban vigilando la zona, y dos taxis se estacionan en el lugar; al fondo se escucha la música, pero la aparente calma fue interrumpida por la llegada de una camioneta negra de la que descienden dos hombres; gritos de pelea se alcanzan a escuchar.
"¿Para qué te paras, wey, para qué te paras? Todo bien", se escucha decir a uno de ellos, en tanto uno de los ocupantes de la troca que había descendido se vuelve a subir y baja la ventanilla, apuntando con un arma de fuego; los valet parking se mantienen a la expectativa, mientras que el otro tripulante, de chaleco amarillo corre hacia dentro del antro.
Mientras todo esto ocurría, el hombre que comía los tacos sólo se mantenía a la expectativa, como quien está disfrutando de una película de acción; en cambio, las otras dos mujeres, ante el conato de violencia decidieron emprender la huída.
Los hechos continúan y el sujeto no deja de comer sus tacos; el hombre que apuntaba con una pistola desde la ventanilla del auto desciende y también se introduce en el lugar; el pleito sube de tono y los aparcacoches ya se muestran a la expectativa.
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En ese momento se escuchan varias detonaciones; varias personas que salían del club o que circulaban en su auto por el lugar huyen y los valet parking buscan ponerse a salvo; uno de los sujetos que descendió de la camioneta negra vuelve a introducirse y cierra la puerta, y acto seguido emprende la huída, al tiempo que se escucha un último disparo. Otro auto en color rojo y una camioneta gris van detrás de la troca. Todos estos vehículos circulan a pocos metros de la persona que come sus tacos.
El comensal sigue a la expectativa. Por momentos deja de comer para ver lo que está ocurriendo, sin embargo ni se inmuta ante el riesgo de ser alcanzado por alguna bala. Mira hacia ambos lados y continúa comiendo.
Tras el caos, dos individuos salen de la disco, uno de ellos al parecer herido; los aparcacoches salen de su refugio, algunos de ellos precisamente de la taquería y regresan a sus posiciones.
Y al final de todo el caos, el hombre de los tacos siguió comiendo y bebiendo, como si nada hubiese ocurrido.
