El jueves 13 de octubre de 2016 un cuerpo fue hallado en un hotel de la Ciudad de México, el cual que presentaba huellas de estrangulamiento; al indagar las autoridades, se reveló que la occisa era una activista trans de Tabasco, de nombre Alessa, defensora de personas transexuales y sexoservidoras, y su transfeminicidio aún está impune.
Tras enterarse del asesinato, las organizaciones trans levantaron la voz para exigir justicia, una de estas agrupaciones fue ‘Voces Feministas’, que convocó a un mitin en la Glorieta de los Insurgentes, y pidió a los asistentes llevar veladoras. A las expresiones de indignación se sumó el ‘Club Roshell’, una casa travesti para la diversidad sexual, que pedía que el crimen no quedara impune.
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Alessa era más que una activista
Pero fue a través de Roshell Terranova, amiga de la víctima, que la sociedad conoció más de ella, enterándose que fue una luchadora incansable que desempeñó diversos oficios sin dejar a un lado su activismo, el cual compartían. Entre sus múltiples actividades, se dedicó al periodismo, así como a sexoservidora, oficio que desempeñó por falta de oportunidades laborales.
Además, agregó que no se tenían pistas sobre el posible asesino de la mujer trans; en la agencia ocho del Ministerio Público aún se estaba realizando el papeleo para que sus familiares recogieran el cuerpo y la sepultaran a las 6 de la tarde. Terranova indicó que desconocía si Alessa tenía enemigos, pero dejó en claro que había muchos crímenes sin resolver cometidos contra la comunidad trans.
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La muerte de la activista fue el segundo asesinato de una mujer transexual ocurrido en dos semanas; el anterior fue contra una persona de nombre Paola, que había sido baleada en la colonia Buenavista, delegación Cuauhtémoc, luego de prestar sus servicios sexuales. Ambos crímenes se sumaron a los 247 ocurridos en este grupo, del 2008 a abril de 2016.
El emotivo discurso de Alessa en 2015
Pero más allá de los fríos números, que mostraron las cifras alarmantes contra la comunidad trans, quedó plasmado el pensamiento de Alessa, en un material difundo en You tube. En 2015, el entonces jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, abanderó a la CDMX, como “Ciudad Amigable LGBTI”. En este evento, la activista tabasqueña expresó en un emotivo discurso:
“Me di cuenta que mujeres transexuales activistas mueren, mujeres transexuales empresarias mueren, y en donde también mujeres transexuales sexoservidoras mueren, pero lo que me hizo pensar, y eso me hizo llegar a un punto, y es que cuando muere una p… absolutamente nadie la recuerda, más que otras p….
“Porque el proceso de encontrar asesinos de transfemincidios en mi ‘ciudad amigable’; es eso, un mero proceso que se queda en eso, algo que se queda y jamás avanza, porque mi ciudad y mi gobierno amigable, me ha hecho pensar por más de una vez, que yo tengo la culpa por vestirme así”.
Durante su intervención dio datos duros, sobre el odio a la comunidad trans en ese momento, destacando que después de Brasil, era México donde se cometían más asesinados contra este sector de la población. “Las p…, las trans, las vestidas, ‘esos gueyes’, aquí estamos esperando que hoy sea, pidiendo que hoy sea, una ciudad amigable”.
La participación de Alessa quedó para la posteridad, y en el mismo material, se consigna: “Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la expectativa de vida de una mujer trans es de 35 años, siendo las trabajadoras sexuales las más expuestas, y los crímenes de odio la causa principal de su deceso.
“Su asesinato sigue impune y nos muestra que, mientras exista un transfeminicida en las calles, la Ciudad de México no es amigable con las personas LGBTI”. Cabe señalar que el material está publicado en el Facebook: Casa de las Muñecas Tiresias A. C. Nacional, con fecha del 22 de septiembre de 2022.
