El 7 de octubre del 2021, la Villa Macultepec en Centro, Tabasco, fue escenario de un acto aberrante, donde el alcohol fue parte del delito cometido por Gerardo “N” de 54 años, quien abuso de su madre, una mujer de la tercera edad que padecía de sus facultades mentales.
Era de noche, en el poblado citado, un sujeto se dirigía a su casa, con un grado de intoxicación suficiente para cometer una locura, la cual realizó sobre su progenitora.
Al entrar a la vivienda, ubicada en las esquinas que forman las calles Regulo Torpey Andrade y Tomás Garrido Canabal, tenía los sentidos embrutecidos por el alcohol, una mezcla de euforia, enojo y tristeza.
Lee más: Dos balaceras y un deceso: El día que cayeron Zetas en Tabasco
¿Quién descubrió que la anciana estaba siendo abusada?
Ahí también se encontraba una anciana de 95 años, a su vejez se sumaba estar fuera de esta realidad, ni sus años y menos el respeto que debió tener por quien lo trajo al mundo, detuvieron a aquel para abusar sexualmente de ella.
La casa tenía seguro, lo que extrañó a una sobrina del susodicho, quien se asomó por una ventana, ahí pudo ver dos cuerpos desnudos sobre una cama, se dio cuenta que eran su tío y abuela, escena que la dejó helada.
Su pariente golpeando a la ancianita, obligándola a saciar sus bajos instintos, la joven se repuso de la sorpresa, habló a la Policía Estatal Preventiva, llegando una patrulla, sus tripulantes al entrar al hogar encontraron al hombre y la víctima en la cama, logrando detener al perpetrador.
¿Qué señaló un experto?
Tras la detención, comenzaron los análisis del porqué un hombre había abusado de su madre. Un experto en el tema señaló que los agresores sexuales regularmente son víctimas de ataques similares en su infancia, terminando por cometer el mismo acto sufrido.
Finalmente, el abusador alcanzaría una pena de 17 años, de acuerdo al Código Penal del Estado, dieron a conocer los medios de comunicación.
