Dos hombres que su familia reportaba en la Fiscalía General de Justicia (FGJ) la mañana de ayer como secuestrados, aparecieron sin vida, luego de ser brutalmente torturados, en un camino vecinal que enlaza las comunidades Arroyo-Oxiacaque.
En la inicial queja de las esposas de los desaparecidos, precisaban que un comando armado irrumpió a eso de las diez de la noche del pasado sábado sus domicilios y en medio de gritos de amenazas e intimidaciones, e incluso, diciéndose policías eran ministeriales, acabaron por someter a sus parejas y luego de saquear, huyeron con rumbo desconocido.
Las señoras, Rosa "N" y Ana "N", con oportunidad indicaron que se presentaron a la Fiscalía de Justicia, en donde denunciaron el rapto de sus parejas, pero en la institución, el personal les informó que no podían abrir un expediente por secuestro, debido a que no les habían pedido rescate alguno, y esto, era prácticamente una evidencia para proceder.
Se abrió pues únicamente un expediente el de número CI-FRC-1365, pero por el delito de robo a casa habitación, debido a que ellas dijeron que los desconocidos tras adentrarse a sus casas, se llevaron todo lo que había de valor.
En la declaración de las hoy viudas, acusaron que eran al menos, nueve los sujetos que irrumpieron en sus viviendas. La señora Rosa "N" dijo que los tipos sorprendieron a su esposo, Nelson "N" que en un intento de resistencia, lo balearon; minutos después se fueron a meter a la casa de su vecina Ana "N" en donde sometieron a su marido, José "N" ; saquearon y finalmente emprendieron la retirada.
Hechos que se llevaron a cabo en la ranchería Anacleto Canabal, precisamente, a la altura del kilómetro 15 en donde se ubica una pescadería; propiedad de uno de los hoy extinto.
En la información de ayer lunes, la policía uniformada fue enterada por unos campesinos del hallazgo de dos personas asesinadas y que estaban desnudas, tiradas a la orilla de la carretera que lleva al poblado Guatacalca, esto sobre Arroyo-Oxiacaque.
Los dos cadáveres corresponderían a los dos hombres raptados el sábado a eso de las diez de la noche. Estos, estaban dedicados a la venta de pescados.
Fue evidente la tortura a las que se les sometió; peritos médicos forenses indicaron que fueron prácticamente “reventados” de tantos golpes con palos que presentaron en piernas, glúteos, abdomen, espalda y pecho, aunque sus muertes fueron por disparos de arma de fuego; el llamado “tiro de gracia”.
Se comentó que los cuerpos fueron llevados a tirar a donde se encontraron, de hecho, los aventaron y acabaron enredados en una cerca de alambre; uno sobre otro. Por este doble crimen la autoridad ministerial, tomó conocimiento, solo eso.
