Tras la represión de que fueron objeto por parte de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), los habitantes de Casa Blanca -donde las calles ya hacen honor a su nombre-, afirmaron que ninguna autoridad se ha dignado dotarles de bombas hidráulicas para desalojar el agua.
En tanto, el agua sigue subiendo y obligando a los lugareños a salir en cayucos o sobre sus propios hombros con las pocas pertenencias que lograron rescatar de las inundaciones que los afectaron.
A Olga Lidia Álvarez Méndez, avecindada en la calle Río Puxcatán, no le quedó otra alternativa que dejar su casa después que lo perdió todo.
"Perdimos televisión, estufa, refrigerador, horno de microondas, todos nuestros aparatos eléctricos", expuso al tiempo que mostraba las bolsas de ropa y alimentos que fue lo único que pudo rescatar.
Indicó que por el momento se quedará con su hermana, quien tiene su domicilio en la calle Río Usumacinta, aunque ahí también el agua está a punto de entrar.
Por su parte, Óscar Zapata Zavala refirió que el gobernador sólo se anduvo paseando y no mandó siquiera algún equipo de bombeo, mientras el agua sigue subiendo.
"No trajeron nada, solamente vinieron a golpear a la gente, como siempre lo hace ese Hernán Bermúdez Requena, de manera prepotente", expuso.
