Por toda Villahermosa abundan ejemplos de vandalismo contra la infraestructura pública urbana, que va desde grafitear plazas y puentes hasta romper luminarias y destrozar paradas del servicio de transporte público, además de “mutilar” monumentos, acciones que dañan la imagen de la ciudad.
Es muy común ver bancas, letreros y juegos infantiles rotos en los parques más concurridos por la población los fines de semana, en días festivos o temporadas de vacaciones.
Casi a diario la capital tabasqueña amanece con dos o tres anuncios situados en los paraderos de combis destruidos con algún objeto contundente, vidrios y parte de la estructura metálica regados por el suelo en señal de la barbarie de que son víctima por parte de vándalos trasnochadores.
De acuerdo con autoridades municipales también las luminarias de calles y avenidas resultan dañadas por personas que se dedican a delinquir en colonias populares como Tamulté, Atasta, Miguel Hidalgo, por ejemplo.
Lo hacen con la finalidad de aprovecharse de la oscuridad para poder ejecutar asaltos o robos a sus anchas.
Los puentes peatonales o a desnivel en las principales avenidas como Ruiz Cortines y Paseo Tabasco lucen plagados de grafitis, algunos ofensivos que dejan ver claramente el nivel cultural de las personas que se dedican a realizarlos.
Tampoco escapan al vandalismo las estatuas y monumentos. Hace poco menos de dos meses el ayuntamiento de Centro confirmó que fue vandalizada la estatua “La Choquita” del parque La Pólvora y advirtió que los responsables podrían ir a la cárcel.
En ese sentido, el coordinador de Promoción y Desarrollo Turístico, Salvador Manrique Priego, exhortó a la ciudadanía y sociedad en general a denunciar este tipo de actos vandálicos ante el gobierno municipal o a través de las páginas oficiales de esta, para que se tomen cartas en el asunto.
El puente Solidaridad, que comunica al centro histórico de Villahermosa con la colonia Gaviotas tuvo que ser limpiado increíblemente en días pasados por débiles visuales, debido a que además de daños en su infraestructura había sido tomado como baño público.
Mientras en el parque La Corregidora, ubicado sobre la avenida 27 de Febrero en pleno corazón de la ciudad, las bancas han resultado vandalizadas y reparadas por el municipio por lo menos tres veces en lo que va del año.
Los daños del patrimonio público en la capital tabasqueña resultan muy costosos para el gobierno municipal, sin embargo tal parece que el Bando de Policía y Buen Gobierno no se aplican a los responsables, y por tanto, esta conducta ha hecho presa de la ciudad.
Según datos facilitados por el Ayuntamiento de Centro, tan solo la sustitución de tapas de alcantarilla y rehabilitación de pintura de inmuebles afectados, representan para el municipio un gasto anual de 5 millones de pesos, pues en 2017 y 2018 se destinaron alrededor de 10 millones de pesos para la reparación de estos desperfectos.
