Para rendirles homenaje en el Día del Padre a quienes les dieron la vida y se adelantaron en el camino, decenas de villahermosinos arribaron a los diferentes panteones de la capital, con flores y veladoras en mano.
Y es que indicaron que los consejos y enseñanzas de un padre nunca se olvidan, es por eso que en un día tan especial, no podían pasar por alto el tomarse unos minutos para visitar sus tumbas y llevarle un presente, en muestra de cuanto sienten su ausencia.
Así lo expreso la señora, Heber Romero Peláez, quien acudió al panteón Central de Villahermosa para dejar flores sobre la tumba de su padre que murió hace 16 años.
"Es una tradición y es una manera de rendirle homenaje a quien me dio la vida, él fue un hombre pleno y un excelente papá", expuso para este medio de comunicación.
Anexó que desde pequeña acudía con su padre a visitar la tumba de su bisabuelo, y ahora, tras el fallecimiento de quien le dio la vida a consecuencia de una enfermedad conocida como septicemia, llega sola a brindarle homenaje.
“Es una tradición que tenemos desde que murieron mis bisabuelos, porque aparte de mi papá aquí también están mis bisabuelos y mis tíos, esta tumba tiene más de 60 años y aquí estamos, yo vengo desde chiquita, venimos cada fecha importante, como hoy, que es día del padre”, indicó.
A lo que continuó: Mi padre tiene 16 años que falleció, desafortunadamente fue una cosa mi repentina pero nos hace muchísima falta, y yo creo que esa cosa jamás se va a quitar, le vengo a rendir homenaje.
De manera conjunta, expuso que tiene los mejores recuerdos de su padre, principalmente en la infancia, mismos que llevará en su corazón lo que le resta de vida.
“Tengo bellos recuerdos de mi padre, los mejores de mi infancia, sobre todo el apoyo moral que me dio, el cariño, el respeto, mi papá era una persona muy alegre, platicaba usted con él y era pura risa, era una persona que la mera verdad tenía muy buen corazón”, delineó.
Tras un recorrido de este medio de comunicación, se pudo constatar la alta afluencia de capitalinos en los camposantos, quienes llegaban con arreglos florales, veladoras, e incluso, hay quienes desayunaron junto s la tumba de sus padres, recordando sus historias y vivencias.
