Por motivo de la pandemia de coronavirus y siguiendo los protocolos de sanidad, este miércoles de ceniza (17 de febrero) será distinto a los años anteriores, debido a los cambios dispuestos por la Iglesia en el ritual de la imposición.
Como el poder recibirla y tener la oportunidad de llevar una porción a casa para proporcionarla a los familiares que por alguna razón no pudieron asistir, ya sea por problemas de salud o bien por las medidas sanitarias de prevención que no permiten la concentración masiva en las iglesias.
En ese sentido, el vocero de la Diócesis, Denis Ochoa Vidal indicó que se les entregará una bolsita con una porción de ceniza, que además contiene una oración especial.
Esta ocasión las personas que acudan a las misas recibirán este signo que indica el inicio de la Cuaresma de manos de los sacerdotes, pero no en la frente como se acostumbra, sino sobre la cabeza.
Esto, con la finalidad de que no exista contacto físico entre los sacerdotes y los fieles y así evitar en la medida de lo posible el contagio de la mortal enfermedad.
Para esta fecha se realizarán varias celebraciones eucarísticas dentro del horario establecido de 8 de la mañana a 5 de la tarde, observando los protocolos de seguridad dispuestos por la Secretaría de Salud, con un 25 por ciento de aforo en las iglesias.
La idea es evitar también aglomeraciones y que quiénes ingresen a los templos católicos usen obligatoriamente cubrebocas y respeten la sana distancia en estos espacios que estarán debidamente sanitizados.
Para la Iglesia católica el signo es el mismo, solamente cambia la modalidad por los motivos sanitarios que deben respetarse.
