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Cayucos, lanchas, botes y toda clase de embarcaciones improvisadas son el medio de transporte utilizado por todas aquellas personas que salen por decenas de las zonas inundadas, tanto en la zona urbana como suburbana.
En ellas sacan las pocas cosas que lograron rescatar, por lo general solamente ropa y algunos artículos que pueden cargar en las manos.
La magnitud de la tragedia, hasta ahora, se ha volcado en nuestras de solidaridad de tabasqueños que sin pensarlo echaron sus embarcaciones y canaletes al agua para prestar ayuda a los hermanos en desgracia.
Qué mejor ejemplo que el sacerdote José del Carmen Aquino García, párroco de la iglesia de San Juan Bautista y de la capilla de la Divina Providencia de la colonia Casa Blanca.
El clérigo dejó la sotana y con solo short, playera y sandalias trepó a un cayuco en el que hace viajes casi todo el día en apoyo de la gente que necesita desplazarse a lugar seguro con todo y pertenencias.
Asimismo, los lancheros o cayuqueros son utilizados para trasladar a las personas que necesitan salir por alimentos o a trabajar.
No hay tarifa para este servicio, aunque algunos piden una cooperación voluntaria para seguir comprando combustible y ayudar a salir al mayor número de personas posibles antes de que sea demasiado tarde.
Don Mario Hernández Molina, vecino de la calle la Majahua de la colonia La Manga tres, tiene disponibles varios cayucos incluso unos con motor para auxiliar a sus vecinos que lo requieran, previendo que la localidad podría inundarse rápidamente.
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"Por eso tengo mis cayucos aquí, para apoyar a mis vecinos y ellos me apoyan a mi con lo que quieran, yo no les cobro una tarifa, todos estamos en las mismas, el que tenga que aporte, el que no, ni modo", mencionó
