Una disciplina sin lágrimas ayudará a los hijos a ser mejores personas, aumentará su capacidad de autocontrol, respetar a los demás, tener relaciones saludables, así como vivir una vida ética y moral, señaló la psicóloga, Luz Denisse Tena Utrilla en la conferencia virtual “Disciplina sin lágrimas”.
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La especialista también indicó que el verdadero propósito de la disciplina no es castigar ni aplicar correctivos, sino enseñar.
“Un objetivo global de la palabra disciplina no es aplicar correctivos o castigos, sino enseñar y lo podemos ver de una manera más compleja, es decir, enseñar para la vida porque lo que buscamos los papás el día que no estemos es que tengan herramientas para enfrentar la vida solos”, destacó.
El cerebro pleno
Sostuvo que el respeto es indispensable inculcarlo desde las primeras etapas de la vida por lo que abordó sobre el “Enfoque del Cerebro Pleno, Sin Lágrimas” de la disciplina que –dijo- busca eliminar la mayor parte de enfrentamientos y lograr canalizar las emociones fuertes.
“Cuando nosotros logramos crear una disciplina sin lágrimas enfocándonos en un cerebro pleno, la vida va a cambiar, las consecuencias ya no serán las mismas porque no estaremos respondiendo de la misma manera. Vamos a estar seguros que la crianza de los hijos acabará siendo efectiva”, aseveró.
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La especialista concluyó que la disciplina sin Lágrimas tiene que ver con conectar y redirigir a los hijos a ser mejores personas, tanto en la infancia como cuando vayan acercándose a la edad adulta, esencialmente durante este tiempo de pandemia donde es indispensable recuperar la relación humana y la empatía para tener interacción con los demás.
