Debido al calentamiento global, cada año las olas de calor son más intensas y duraderas provocando no solo malestares físicos, sino también emocionales.
¿Qué es el estrés térmico?
El estrés térmico es un fenómeno que se produce cuando nuestro cuerpo experimenta desequilibrios en la temperatura, ya sea debido a la acumulación excesiva o a la pérdida excesiva de calor.
Este malestar puede tener diversas causas, pero una de las principales es la presencia de ambientes desfavorables, donde las condiciones no son adecuadas para llevar a cabo ciertas tareas o servicios.
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El ser humano es muy sensible a los cambios de temperatura, y cuando nos encontramos en entornos con temperaturas extremas, nuestro organismo puede sufrir las consecuencias. En ambientes demasiado calurosos, como puede ser un espacio de trabajo sin una adecuada ventilación o sistemas de refrigeración, el calor se acumula en nuestro cuerpo y no podemos regular nuestra temperatura interna de manera efectiva.
Esto puede provocar una serie de efectos negativos en nuestra salud, como la deshidratación, agotamiento, mareos, e incluso golpes de calor, que pueden ser peligrosos para nuestra vida.
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El incremento brusco en la temperatura puede provocar que algunas personas sean más susceptibles a desarrollar algún tipo de malestar, sobre todo en niños, adultos mayores o personas con problemas cardiovasculares y respiratorios.
Además, según las últimas predicciones de la Organización Mundial de Meteorología revelan que existe un 20% de posibilidades de que a partir de 2024 el aumento de las temperaturas globales superen de media el umbral de 1,5°C.
Es por eso que se recomienda mantenerse en un lugar fresco, estar hidratado y protegerse del sol sobre todo en horas pico. Si se tiene un malestar ya sea del tipo físico o emocional acudir con un experto para que sea tratado.
