A pesar de que sobre el río Grijalva se levantan cuatro Centrales Hidroeléctricas, entre ellas La Angostura con la mayor capacidad de almacenamiento en el país, la Presa Peñitas es a la que la Comisión Federal de Electricidad destina más recursos para su mantenimiento.
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Son los datos de la Comisión Federal de Electricidad, CFE, obtenidas por El Heraldo de Tabasco vía transparencia, que por un lado muestran que entre el año 2017 y el año 2022 se han destinado 169 millones 69 mil pesos para acciones de mantenimiento a las presas construidas sobre el cauce del río Grijalva.
Los recursos se han duplicado en la actual administración federal, pasando de 23. 6 millones de pesos en 2018 a 45 millones de pesos en los años 2019 y 2021, aunque con una reducción en 2020 cuando se ejercieron 36 millones de pesos para estas estas actividades.
Los datos de la empresa productiva del estado también muestran que la Presa Peñitas, tan recordada por los tabasqueños en cada inundación, es a la que más recursos se le ha destinado.
Es así que del año 2017 al año 2021, Peñitas, la presa más pequeña de las cuatro construidas sobre el Grijalva ha gastado 59 millones 874 mil pesos. Dichos recursos se multiplicaron en la administración de Manuel Bartlett. Pasando de 5 millones de pesos en el año 2018 a 18 millones en los años 2019 y 2021 y una reducción en el año 2020. En ese año, en la que Tabasco se dio una gran inundación a finales de año, la CFE destinó 15 millones a esta central hidroeléctrica.
En sentido contrario, la presa La Angostura, la de mayor capacidad de almacenamiento en el país, es la que menos recursos ha ejercido en actividades de mantenimiento. Del año 2017 al año 2022, esta Central Hidroeléctrica ha ejercido 27 millones 25 mil pesos.
Entre las actividades reportadas por la empresa eléctrica se encuentran el tratamiento anticorrosivo a compuertas, adecuaciones a control de máquinas, rehabilitación de cortinas y barandales, así como reconstrucción de caminos internos.
Las cuatro presas construidas sobre el Grijalva son La Angostura, Chicoasén, Malpaso y Peñita. Las tres primeras datan de los años 70 del siglo pasado y la última entró en funcionamiento a mediados de los años 80 del mismo siglo. Esta última es la que derrama sus aguas sobre la planicie tabasqueña desde los primeros meses del año para tener espacio de almacenamiento en los meses de lluvia.