La alerta ambiental en que se encuentra la comunidad de El Bosque en el municipio de Centla, ha encendido no sólo las alarmas de los que viven en este lugar, sino también de los que ya antes lo han sufrido en diferentes puntos de los 191 kilómetros del litoral tabasqueño.
Desde hace cuatro años, los habitantes de El Bosque empezaron a notar que la marea llegaba con mayor fuerza e ingresaba tierra adentro y se quedaba en los terrenos aledaños.
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Con el paso del tiempo, el mar avanzó por varias hectáreas para empezar a tragarse, una a una, las casas que estaban a la orilla del mar; y hasta el día de hoy, son 29 las casas que han cedido a la fuerza de las olas, que incluso se llevó una parte de una escuela.
El ambientalista León Gutiérrez Ferreris, quien es especialista en la materia, da un panorama de lo que ocurre en esta zona, y de lo que ha pasado en fechas recientes, donde se han hecho estudios, pero falta una verdadera ley que obligue a los gobiernos a tener una política ambiental, por lo que a pesar de que existe una ley en Tabasco, es literalmente letra muerta.
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Por ello, la situación que se vive en la citada comunidad mantiene una preocupación para todos los que viven en zonas costeras ya que el Cambio Climático viene empujando muy fuerte. Las afectaciones no sólo la han vivido en esta región, sino que también las sufren en otros lugares como Chiltepec, El Alacrán, Jalapita, Sánchez Magallanes, entre otras comunas, aunque no con la misma magnitud.
León Gutiérrez señala que, en lo que respecta al litoral tabasqueño, "la longitud de 191 kilómetros que tiene la costa tabasqueña no se ha actualizado; creo que como es una medida lineal, no debe de afectarse; lo que sí pudo haber impactado y lo sabemos todos, es la parte de conformación: Si el agua le ha ganado a tierra firme, o en que parte del litoral tabasqueño se le ha ganado terreno al mar"..
¿Cuánto abarca la zona costera en Tabasco ?
Hasta el 2010, el INEGI informó que el litoral costero era de 200 kilómetros, pasando por Huimanguillo, Cárdenas, Paraíso y Centla, y sumaban hace ya poco más de una década 147 comunidades, en una franja de 5 kilómetros tierra adentro en su mayoría, y albergando 92 mil 500 habitantes para la época.
No hay diagnóstico de resultados
El especialista señala que en años recientes se han hecho diversas investigaciones, entre las que destacan el de la Frontera Sur: “Estos estudios se iniciaron en el 2000, cuando ocurrió el problema de Sánchez Magallanes y todas estas comunidades".
A estos se suman diversos trabajos de investigación que han surgido en años recientes por especialistas, aunque considera que este no es el problema de la situación que se vive en las costas mexicanas.
“Hay información de estudios; lo que no está hecho es el diagnostico de los estudios. ¿De qué sirve tener tantos estudios si no tienes los diagnósticos para poder generar políticas publicas pragmáticas, o de control de costa, o de reducir la vulnerabilidad de la población que vive en la costa?, el diagnóstico es esencial para general un plan de acción, pero para esto necesitas recursos".
Sobre el futuro de la investigación, dijo que se ve difícil "con la austeridad franciscana que se traen, difícilmente van a traer recursos para estos efectos que deberían de ser prioritarios”, dijo.
Más sitios afectados
Boca de Panteones es otro punto del litoral tabasqueño que ya fue golpeado por el cambio climático, y fue atendido durante el sexenio del gobernador Andrés Granier Melo: “Metieron un tipo de entubado para retención de olas, pero todo ese entubado que se metió la misma comunidad lo rompió y las olas lo superaron; todo eso que se hizo como obras para control de entrada del mar".
Detalló: “Ahí se cambió todo el ecosistema. se afectó a las comunidades, a los que tenían el cultivo del ostión y la pesca, e incluso llegaron a salinizar algunas zonas tierra adentro, como la Azucena; e independiente de esas afectaciones, están el consumo de agua potable; el agua dulce que tenían se convirtió en agua salina".
Un añejo problema
La situación que vive actualmente El Bosque no es nada nuevo; previamente en lugares como Chiltepec "también se perdió estructura de carreteras, escuelas, centros de salud, se afectaron muchas casas; esto lo quieren tratar como si fuera algo nuevo, y eso viene desde hace más de dos décadas"
Gutiérrez Ferretis señaló que el problema no es todo del cambio climático, "el problema está en toda la cuenca, en las descargas de 125 mil millones de metros cúbicos al año que salen hacia al mar y al estar azolvados, están generando estos problemas de conformación y dinámica de la costa"
El desazolve de ríos
Un tema polémico en la actualidad, es el dragado de ríos, ya que de acuerdo a investigaciones realizadas por medios locales, se tiene información de que se ha desazolvado sólo un 17 por ciento de los ríos en la entidad. En el caso especifico del que desemboca en Centla, éste ha tenido un fuerte impacto.
Gutierrez Ferretis recordó que en los años 80's se colocó una draga "en la salida de Centla, Enrique González Pedrero la metió cuando hizo su puente para conectar Frontera; también hicieron un dragado de toda la boca con salida a Frontera, construyó escolleras en Chiltepec, en Frontera y en Sánchez Magallanes pero no se les dio el mantenimiento, y esto ha contribuido a cambiar el tema de la costa; no el tamaño pero sí la forma de la costa".
Mangle aliado
Si bien es conocido el daño del calentamiento global, donde los deshielos en algunos lugares del mundo ha llevado a que la marea gane terreno en diversos países, en México no es la excepción.
Gutiérrez Ferretis señala que el mangle se puede sembrar en lugares especiales, y en determinado momento, sembrarlo previas pruebas de supervivencia de esta planta que por miles de hectáreas han ido desapareciendo por la mano del hombre. Destaca que pese a la devastación en Tabasco, tanto en Paraíso como en Centla, aún queda mucho por recuperar.
Centla en el ojo del mundo
Tras la alerta ambiental lanzada a inicios de semana a nivel internacional, los ojos del mundo están en Tabasco, pero con poca o nula respuesta de las autoridades. El maestro Ferretis comenta que sin duda, hay poco interés de las autoridades para actuar ante la problemática que existe.
Han pasado nueve meses desde que los ciudadanos de El Bosque levantaron la voz y no ha ocurrido nada. Sus habitantes están cansados de recibir visitas, pues no hay una repuesta certera a la reubicación que solicitan.
Actualmente el río y el mar amenazan a las 80 familias que aún quedan en el lugar, ya que 29 casas han cedido ante la fuerza de las olas, está vez con mayor intensidad.
A punto de cerrar el 2022, las familias a las que le ha cambiado la vida el cambio Climático viven en la incertidumbre, pues no conocen su futuro; siguen a la espera de respuestas que deben llegar muy pronto, ya que cada mal tiempo es una incógnita para sus habitantes que empezaron a llegar desde los años 50 y 60 a este lugar que atraviesa un mal momento en la historia de Tabasco.
